El amor no conoce límites

"Dios decide sobre la vida y la muerte". La certeza que defendió la madre de Gustavo Cerati

05 de septiembre de 2014

¿Qué hacer cuando la persona se encuentra en estado vegetativo? Cuándo nos encontramos efectivamente ante la posibilidad de muerte, ¿Ha de ser la ciencia o las propias convicciones quienes orientan la decisión?

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En mayo de 2013, la madre del artista Gustavo Ceratti -quien permanecía ya por tres años en coma-, declaraba a los medios de comunicación: “Nunca he pensado desconectar a mi hijo; es más, no es una opción. Dios es el que tiene que decidir sobre la vida y la muerte de las personas. Él va a decidir al final qué es lo que va a pasar con mi hijo”.
 
Su decisión sustentada en la fe, invita a la reflexión sobre las orientaciones que la iglesia entrega para quienes enfrentan situaciones semejantes, buscando amar hasta en los momentos más complejos que pueden enfrentar una madre, un padre, una esposa, un familiar...El siguiente artículo del doctor valenciano (España) Luis Ignacio Amorós publicadoen InfoCatólica da luces sobre ello.



 
       …El cese de la vida humana y de las funciones vitales que provocan la muerte celular, es un proceso mucho más difuso que el de su comienzo. Mientras concepción y parto son hechos concretos, la muerte de un individuo cada vez más raramente es un acto inmediato.

…Aunque siguen existiendo muertes inevitables, como los traumatismos severos en los accidentes graves, o el fallo multiorgánico en un shock séptico, por poner sólo dos ejemplos, cada vez es más frecuente encontrarnos con personas enfermas que quedan en una situación “intermedia”, al haber sido asistidas con tiempo, y recuperada la función cardiovascular. En estos casos, la definición de muerte se establece en base al fallo encefálico

Lo biológico y el desarrollo científico tecnológico

Ante todo, hemos de tener en cuenta que el cerebro está formado grosso modo por dos partes principales:

A) la corteza cerebral (formada por la materia gris y la blanca), encargada de todas las funciones llamadas vulgarmente “superiores”, dividida en la neocorteza (raciocinio, memoria, sensibilidad, motricidad y voluntad) y la arquicorteza o hipocampo (instintos, reacciones automáticas).

B) el tronco del encéfalo, el gran centro de enlace del cerebro con el resto del sistema nervioso; controla los reflejos y automatismos del cuerpo: regulación de respiración, latido cardíaco o temperatura, entre otros muchos.

El primer indicador de fallo cerebral de que dispone el médico es el estado de consciencia del individuo, que se deteriora progresivamente en diversas etapas (confusión, somnolencia, estupor) hasta llegar al coma.

Las causas de fallo cerebral son múltiples desde la leve y transitoria de una hipotensión aguda, hasta trastornos cardíacos, diabetes severa, infecciones, traumatismos, y sobre todo enfermedades vasculares encefálicas (infartos o hemorragias cerebrales). …La confianza en que un paciente pueda recuperar las funciones dañadas dependen de múltiples factores.

..Los medios de los que disponemos son aún rudimentarios. Podemos certificar la muerte cerebral con un elevado margen de confianza, pero no la podemos asegurar. Como ocurre en la naturaleza, las zonas fronterizas son borrosas y conflictivas. ¿Qué hacer en aquellos casos en que la corteza cerebral no muestra signos de actividad pero el tronco de encéfalo sí, es decir, cuando “medio cerebro” parece muerto, y el otro no? Clásicamente, al fallo de la corteza con indemnidad del tronco encefálico se le ha asociado al síndrome clínico del coma.

En ese sentido, con periodicidad se publican nuevos estudios con técnicas innovadoras que revelan un porcentaje de casos no despreciable, en los que el paciente catalogado como vegetativo en realidad conserva funcionalidad cortical de forma variable.

La fe y la moral

 …El aspecto puramente técnico del diagnóstico y el tratamiento es amoral, pero cuando aparece la disyuntiva de tomar un camino (por ejemplo abandonar o sustituir un tratamiento) que arriesga provocar la muerte o secuelas, el facultativo y la familia han de tomar decisiones libres.; de forma inevitable, ahí aparece la moral.

Las convicciones juegan un papel muy importante a la hora de tomar una decisión, y pretender obviar la importancia de la moralidad del médico y la familia cuando hacen una elección, amparándose en un falso cientismo, es negar la realidad. El Magisterio de la Iglesia es claro cuando se trata de abordar los casos de pacientes en estado vegetativo: deben ser tratados con la misma dignidad que cualquier otro paciente, mientras no se certifique la muerte cerebral, o por otras causas, como afirmaron la Academia Pontificia para la vida y la federación mundial de Asociaciones de médicos católicos…(pulse y lea).


"Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».

Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día».


Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?».

Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo»".
(Jn 11, 21-27)


 

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