Alegría y paz es un derecho

Anna era lesbiana. Marcos la invitó a tomar un café: "Yo no entendía por qué quería volver a verlo"

30 de mayo de 2014

La historia de una joven en su viaje para salir de la homosexualidad. " Me siento segura con Marco porque nuestra seguridad está en Dios".

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Cabello castaño y rizado, ojos grandes de un azul cielo. Hermosa. Hasta hace un año Anna era feminista, anti- clerical, pro aborto, lesbiana, comprometida con una mujer desde hacía 6 años. Pero conoció a Marco y sus veinticinco años de vida han aparecido ante sus ojos radicalmente diferentes. "Yo siempre había vivido en una mentira y ahora lo vi todo", dice. La de esta chica es una historia que parece increíble “en primer lugar a mí misma. Por cierto también a mi familia y amigos".

Anna es ahora libre del “mal de la angustia, la sensación de ausencia y el miedo con los que tropecé toda la vida por creer en la gran mentira -fundamento de la tristeza interior- del mundo Lésbico Gay Bisexual Transexual: «Se nace gay»".
 
Como expresión de su libertad Anna decidió abrir Exhomovox.com, un sitio que acoge a quienes tienen una historia similar a la suya y en pocos meses ya ha recogido muchos testimonios: "Cuando mi vida cambió, busqué a otros que habían vivido el mismo cambio". En su búsqueda Anna fue marcada "por la historia de Francesca, publicada en tempi.it: Me identifiqué con ella de inmediato pues me confirmaba que todo mi proceso era verdad, que no estaba sola y por eso traté de reunir experiencias similares en un solo sitio al que ahora escriben tantos".

Del día a la noche
 
Una vida cambiada como del día a la noche, en un abrir y cerrar de ojos, gracias a Marco que la hizo redescubrir una fe olvidada. "Mi abuela me enseñaba a rezar", pero los desacuerdos entre sus padres, provocaron que el padre abandonara a su madre y ella “que sólo tenía 27 años” se alejó de la iglesia.

"Yo reaccioné tratando de aliviar el dolor de mi madre deprimida haciendo las veces de padre. Quería juguetes, ropa, cortes de pelo masculinos. Jugaba al fútbol, me la pasaba con los niños y crecí con abandono y extravío”.

Ni siquiera la reunificación familiar sanó esa herida. "Estaba feliz, pero no había perdonado a mi padre. Odiaba a los hombres y no podía confiar en ellos". Por esto Anna, dice, buscó cobijo y afecto en las mujeres "de las que me sentía atraída"… tenía 17 años y me enganché de Simona: "Los míos, por desgracia, aceptaron la triste situación. No hablábamos mucho en casa, pero al final esto parecía ser el mal menor en comparación con todas las cosas locas que hice, sin darme cuenta que en mi homosexualidad estaba la causa de mi malestar".

Pero la vida de Anna se haría aún más difícil: "Yo era agresiva, llena de resentimiento; prefiero no describir todo lo que hice en el pasado y la violencia que contenía".

Casi por casualidad

En octubre pasado, casi por accidente, conoció a Marco, quien la invitó a tomar un café. "Yo no entendía por qué, pero quería volver a verlo"… Tanto que "ya no podía ver a mi novia como siempre la había visto".
 
Vino entonces, el primer beso. "Fue la primera vez que podía confiar en un hombre. No más miedos y celos: Me siento segura con Marco porque nuestra seguridad está en Dios. Dios que me ha permitido perdonar a mi padre y vivir felices. Lo que nunca voy a dejar es de darle las gracias por sacarme de la oscuridad y quiero mostrar esta verdad en Dios a todas las que fueron mis amigas que ahora me odian".

Anna dice que abrió la página web porque "he recibido una gracia y voy a proclamar a todos la verdad de qué fue lo que causó mi trauma. Prefiero decir una verdad, que en un principio duele, pero que te hace libre, en lugar de abandonarte en la infelicidad".


 
 

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