© Imagen-Petras Gagilas

Propone una terapia que involucra la fe

El conocido terapeuta Peter Kleponis señala que la pornografía es "el nuevo crack de cocaína"

08 de enero de 2016

Su propuesta es de esperanza: "A pesar de que vivimos en un mundo desgarrado por la adicción a la pornografía, hay curación o restauración. Si está cautivo por esta adicción, deje de lado su vergüenza y pida ayuda".

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El pasado mes de Noviembre en Baltimore (USA) la Conferencia Episcopal de Estados Unidos aprobó con 230 obispos a favor, cuatro en contra y una abstención, el documento  “Crea en mí un corazón puro”, donde denuncia la verdad espiritual que involucra la pornografía y su impacto en la vida cotidiana de las personas.

Luego de conocer el referido documento, Portaluz publicó para sus lectores un profuso reportaje sobre el tema titulado Producir o consumir pornografía daña la mente, esclaviza el alma y "es un pecado mortal" .

Los obispos han declarado que "el uso de pornografía daña severamente en el matrimonio la confianza entre los cónyuges y su intimidad, tanto por el uso mismo de la pornografía, como por el engaño y la mentira del cónyuge que oculta su conducta al otro”. El documento revela que “en Estados Unidos los abogados identifican al consumo de pornografía como uno de los factores causales de divorcio en más de un 50% de los casos que han atendido”.

Pero el documento ha sido también estudiado y comentado por algunos medios de comunicación y profesionales. Entre ellos destacamos hoy las reflexiones del terapeuta clínico, especialista en atención de personas adictas a la pornografía, Dr. Peter Kleponis, en conversación con el portal de noticias Catholic World Report.

El Dr. Kleponis remarca que la pornografía es la nueva "droga predilecta" y le califica como “el nuevo crack de cocaína”. Para dejarlo más claro describe las 5 "A" del porno: asequible, accesible, anónimo, aceptado y agresivo. Con años de estudios y experiencia clínica afirma que es un vicio generalizado, altamente adictivo, de graves daños y que las familias deben tomar medidas para protegerse. Pero aclara también que esta adicción puede ser sanada.

¿Quedó usted satisfecho con el documento Crea en mí un corazón puro? ¿Hicieron un buen trabajo sobre esta materia?
Sí. Hicieron un buen trabajo en su investigación. Yo recomiendo mucho que se lea el documento.

¿Cómo se involucró en el combate contra la pornografía?
Fue accidental. He sido terapeuta durante 18 años, y siempre me interesé por los asuntos que afectan a  los hombres, desde una perspectiva católica. Hace unos siete años, me di cuenta de que cada vez eran más los hombres adictos a la pornografía que se acercaban a mí. A veces eran los maridos quienes traían a sus esposas con ellos. Empecé estudiando, leyendo todo el material disponible. Constaté que siendo el porno una tendencia poderosa, una gran epidemia, sin embargo, nadie hablaba de ello. Yo busqué un buen programa de recuperación católica para derivar algunos clientes, pero no había nada. Yo tengo una certificación en el diagnóstico y tratamiento de las adicciones sexuales, así que después de orar y discernir, comprendí que Dios me llamaba a crear un programa de este tipo. Es por eso que escribí libros sobre el tema y ayudé a crear la plataforma IntegrityRestored.com

¿Quién ve porno hoy? No solo hombres jóvenes de la escuela secundaria y la universidad...
Son hombres y mujeres. Está en todas partes. La población más grande de usuarios son adolescentes de 12 a 17 años, ya que son quienes mejor conocen la tecnología. Los pornógrafos y la industria del porno lo saben, y se dirigen a este grupo demográfico. Ellos saben que están ofreciendo una sustancia adictiva. Quieren conseguir tantos adictos como les sea posible, de manera que puedan tener clientes de por vida.

¿Qué tan extendido piensa que está el uso de la pornografía?
Creo que más del 50 por ciento de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres la están viendo de forma regular.

¿Qué efectos ha visto que causa en la vida de sus pacientes?
El uso de la pornografía es una forma de adicción sexual. Está afectando negativamente a los matrimonios, y la gente está perdiendo sus puestos de trabajo a causa de ella. Las empresas han descubierto que algunos empleados miran porno en vez de trabajar; por lo que monitorean y expulsan a quienes la consumen. También he trabajado con estudiantes que no asisten a la escuela debido a que dedican mucho tiempo a su adicción a la pornografía, en lugar de estudiar. Algunos gastan miles de dólares en el porno, acumulando grandes deudas. El porno puede consumir la vida de una persona. La pornografía está teniendo un gran impacto en todos los ámbitos de la vida. Es responsable hoy de los altos niveles de promiscuidad sexual en los jóvenes, y el alza de las tasas de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Y luego, dificulta el lograr tener un matrimonio exitoso. Una persona no puede tener un matrimonio saludable si tiene una adicción, ya sea el porno, las drogas o el alcohol. Los hombres porno-adictos, por ejemplo, suelen comparar a sus esposas con las mujeres que ven en la pornografía, que son siempre jóvenes y bellas. La esposa se siente frustrada, pensando, "¿cómo puedo competir?" Las personas que ven porno corren un mayor riesgo de infidelidad conyugal, porque la gente quiere actuar sobre lo que ven. Esto puede significar que se van a desahogar en los clubes, o tener experiencias sexuales anónimas. Se desarrolla también tolerancia hacia el hardcore porno (porno duro, explícito) y buscan cada vez formas más fuertes de la experiencia. Esto puede generar hacia un sexo desviado, fetiches, o consumo de pornografía infantil, aunque no sean pedófilos con un interés en el sexo con niños.

¿Cuál es la mejor manera de superar una adicción a la pornografía?
Ingresar en un buen programa de recuperación. Así como hay programas eficaces para alcohólicos o drogadictos, también hay programas eficaces para sanar la adicción sexual… quienes habían sido previamente prisioneros a su adicción, ahora experimentan la verdadera libertad.
 
¿Qué le llevó a iniciar IntegrityRestored.com?
Me di cuenta que no podía luchar contra esta cosa por mí mismo. Así es que me asocié con otros para crear un sitio donde educar a la gente sobre los peligros de la pornografía, la adicción y ofrecer recursos para el adicto. La educación y los recursos son el primer paso. También tengo mi propio sitio web personal, PeterKleponis.com. He creado el primer y único programa (terapéutico) católico de recuperación, así es que soy  bien conocido. Es por eso que se me pidió revisar el documento (aprobado por los obispos) “Crea en mí un corazón puro”.  
También ha dado muchas conferencias, incluyendo algunas a  sacerdotes…
Sí. Los sacerdotes me dicen que (el consumo de pornografía) es el pecado número uno que están escuchando en el confesionario. Yo les aconsejo que no lo aborden como un asunto de fracaso moral, sino como una enfermedad que debe ser tratada como tal. Les sugiero que se reúnan con la persona en privado fuera de la confesión, y luego lo remitan con un consejero capacitado para hacer frente a la adicción sexual.

¿Qué sugiere a los padres?
Les recuerdo que los niños en promedio enfrentan por primera vez el porno a los 11 años de edad. Tenemos que velar por su uso de la tecnología. Nunca deben dejar a sus hijos solos en Internet. Es lo mismo que dejarlos solos con un extraño. Tenemos que educar a los jóvenes sobre los peligros de la pornografía, y que es adictiva. Sólo una vez que han sido educados pueden decir: No

¿Ve usted signos de esperanza?
Sí, pero tomará unos 50 años. El consumo de pornografía es similar a lo que era el consumo de tabaco hace 50 años. Los médicos sabían que fumar te mataría, pero era políticamente incorrecto decirlo. La gente fumaba en todas partes. Era glamoroso. Piense en todas las viejas películas y programas de televisión donde los personajes fumaban; Ricky y Lucy fumaban en I Love Lucy (Ed .: Desi Arnaz, el actor protagonista murió de cáncer al pulmón). Nos tomó 50 años de educación y que millones muriesen a lo largo del camino, pero hoy la gente tiene incorporado el mensaje. Muchos lugares que hoy visitas, están libres de humo. Tenemos que hacer lo mismo con el porno.

A pesar de que vivimos en un mundo desgarrado por la adicción a la pornografía, hay curación o restauración. Si está cautivo por esta adicción, deje de lado su vergüenza y pida ayuda.


 

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