Victoria Braquehais desde África

"El hambre lanza a las niñas a la prostitución"

15 de abril de 2016

Sirviendo en África descubrió que allí "se respira a Dios". Desde Congo testimonia, invita a poner la periferia en el centro y hace un llamado urgente a la cooperación de todos. Al cierre de su crónica informamos que también desde Malawi se ha emitido una alerta por "calamidad alimenticia".

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La Hna. Victoria Braquehais, mallorquina de nacimiento y africana de adopción, es licenciada en Filología Inglesa y Estudios Eclesiásticos y es, sobre todo, misionera de la Congregación Pureza de María.  Llegó a la República Democrática del Congo en octubre de 2009 y desde el año 2010 dirige el Instituto Uzima en la localidad de Kanzenze donde todos le llaman “ushindi”, su nombre en suahili.

En un encuentro con Agencia SIC sin rodeos denuncia el flagelo de la pobreza y con igual pasión habla del sentido trascendente que la habita…”Siempre había sentido que quería ser de Dios, ser Suya por completo… pero las mociones toman concreción y para mí, Cristo se hace carne y vida africana. Vine a África porque Él, Dios, me trajo aquí… tuve que esperar, pero eso me ayudó a comprender que lo único que cuenta es el tiempo de Dios, y la realidad más profunda es que estamos en Sus manos”.

“El hambre perpetúa la cadena de la pobreza”

África le ha regalado, dice, la oportunidad de contemplar la humanidad de Cristo. “Dios y Hombre verdadero”, puntualiza.

La hermana Victoria vive en una comunidad con otras cuatro hermanas. Juntas se encargan de un Hospital General de Referencia (área de salud que atiende a 92.000 personas), una Escuela Infantil (mixta) y Primaria de Niñas (547 alumnas), un Instituto de Educación Secundaria (341 alumnos) y dos internados, uno femenino y otro masculino.

En Kanzenze, que es el área rural donde sirven, la pobreza tiene un nombre concreto: hambre. La malnutrición, comenta la misionera, “margina a las niñas, porque cuando hay falta de recursos para que todos pueden ir a la escuela, se privilegia a los chicos... Aquí , 87 de cada 1000 niños mueren antes de cumplir los 5 años… el hambre lanza a las niñas a la prostitución… el hambre perpetúa la cadena de la pobreza y deja a las personas en las orillas de la vida, en esas periferias geográficas y existenciales de las que habla el Papa”.

Fraternidad para “respirar a Dios”

Pero en África a pesar del hambre, destaca la misionera, “se respira a Dios... África ora con los cantos, con la tierra roja, el color de ébanos, el cansancio, la alegría, el sol. Nuestro pueblo ama también a María -«Mama wa Mungu», la Madre de Dios- y se confía a ella”.

La hermana Victoria tiene claro que en la solución de la pobreza confluyen diversos y complejos factores, pero que es posible si optamos por “poner al pobre en el centro, las orillas y márgenes en el punto de mira, y caminar desde ahí... a base de oración, de interés por lo que sucede en África, y también por compartir recursos económicos y capacidades por ejemplo, a través del voluntariado”, dice al finalizar.

Quienes deseen apoyar el servicio de esta misionera y sus hermanas en Congo, pueden encontrarla en Twitter (@ushindi735) y el blog http://www.ushindibc.wordpress.com/.

 

Última hora: S.O.S. desde Malawi


Al término de esta crónica que refiere la experiencia en R.D. del Congo (África), Agencia Fides nos informa que en Malawi (África) se ha decretado “estado de calamidad alimenticia”.

Esta es una alerta que busca convocar voluntades para la ayuda concreta, según cita la nota enviada desde Malawi por el sacerdote misionero Monfortino Piergiorgio Gamba.

“Los graneros están vacíos desde hace tiempo, peor aún el gobierno ha tardado meses en dar una respuesta, solo este 12 de abril el Presidente ha declarado el estado de calamidad en todo el País” refiere el p. Gamba. “Malawi con sus 17 millones de habitantes, consume 3 millones de toneladas de grano al año. Ahora solo queda el hambre: los niños no van a la escuela, la fila de personas para conseguir algo de comer es diaria... y esto es sólo el comienzo. El mes de junio llevará a una falta de alimento que no se experimentaba desde hacía varias generaciones”.

¿Qué hacer?

El pasado año 2015 Mons. Thomas Luke Msusa, Arzobispo de Blantyre (Malawi) al celebrarse el 51° aniversario de la independencia de Malawi se preguntaba “¿por qué somos pobres?” y como parte de su respuesta concluía que  “sin una renovación moral seguiremos siendo pobres”.

En coherencia con esa certeza de Monseñor Luke el donar, gestionar soluciones para erradicar la pobreza, no es una cuestión que un católico pueda evadir. Precisamente porque las obras de misericordia son un imperativo moral para el católico que libremente se somete a la ley de amor proclamada por Jesús. En esto también se juega la paz de hoy y se consolida o no la salvación que desde la fe se espera.

 

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