Dios con nosotros

El "milagro" del Cristo salvado de las llamas, un regalo de Adviento

28 de noviembre de 2014

Los signos de Dios adquieren su plenitud en la respuesta de fe de cada persona, familia y la humanidad entera. Adviento, cuando el alma se hace pesebre.

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Ocurrió este domingo 16 de noviembre. Eran aproximadamente las 14.30 horas y Fermo Mantovani, párroco de la iglesia de la Santa Cruz-Holy Cross en San José (California), acababa de cerrar las puertas tras concluir la misa, cuando empezó a oler a quemado.

El sacerdote -de la congregación de los Misioneros de San Carlos-, miró hacia arriba y vio las llamas devorando la parte alta del templo. Entró rápidamente y se encontró el fuego en las balconadas del coro. Llamaron rápidamente a los bomberos, pero no pudieron evitar que el techo se derrumbara...
 

Una auténtica desgracia para los fieles y para el patrimonio arquitectónico de la zona, pues la iglesia de la Santa Cruz tiene casi cien años de existencia y una joya del arte italiano... el crucifijo del altar, que contra todo pronóstico e incomprensiblemente (para algunos) no ardió y salió intacto del siniestro, ni siquiera manchado de humo. Tuvo que ser retirado por los bomberos con una grúa, para finalmente descenderlo hasta el suelo entre cinco hombres.
 

"Fue muy emotivo para todos nosotros", declaró el padre Mantovani al Huff.Post, sorprendido del perfecto estado en el que fue recogido: "Lo entiendo como un milagro", apuntó. El crucifijo, fabricado en 1907 en Italia (pues inicialmente la parroquia fue de inmigrantes italianos) es de madera sobredorada y con el Jesús pintado, y tiene tres metros de altura.

Cuando las llamas parecían destruirlo todo dejando sólo tristeza y oscuridad, esta comunidad recibió su señal de Adviento (llegada) que reavivó la esperanza.

Así también, afirmando la alegría de la espera (esperanza) la Iglesia universal inicia este domingo 30 el Adviento.
 
Durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos se dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y anima a una adecuada disposición para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en las celebraciones recuerda la actitud de penitencia y sacrificio a la que se invita a todos los cristianos… para prepararse a tan importante evento: la llegada del Salvador.
 

La familia es la Iglesia doméstica donde se vive a diario esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cual colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario donde se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, familiares y amigos se reúnen para rezar el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.

 

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