Premiada por el Vaticano

La directora de la película "El apóstol", recién bautizada, da testimonio de su amor a Cristo

24 de octubre de 2014

Akim, joven musulmán llamado a convertirse en Imán, verá su identidad transformada al ser tocado por el amor de Cristo... Un sacerdote es la clave en la película "El apóstol", que recrea hechos reales vividos por su directora Cheyenne-Marie Carron.

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Un día presencia el traslado del cuerpo de una mujer asesinada, vecina suya, y que resulta ser hermana de un sacerdote, quien a su vez es vecino de la familia del asesino. Donde Akim esperaría odio y deseos de venganza, se encuentra el comportamiento misericordioso del párroco, y eso le desconcierta y se convierte en su primer contacto real con el cristianismo. Poco a poco, visitando la iglesia, dejándose seducir por su ambiente, por sus imágenes, va sintiendo dentro, él mismo, el amor de Cristo. Hasta que decide convertirse al catolicismo. La película refleja el drama familiar que eso supone en el seno de un hogar bien avenido y observante del islam, donde quien menos entiende su decisión es su hermano.

Para la destacada directora Cheyenne-Marie Carron El Apóstol, no es sólo su quinta película, la historia de Akim, un joven musulmán tocado por el amor de Cristo; obra que desafía a los anticlericales y también a ortodoxos musulmanes. El propio ser de Cheyenne-Marie se vio transformado al realizar esta obra.

Ella padeció el abandono a los tres meses de vida, pero tendría pronto el amor de una familia que la acogería, aunque durante años no podrían legalizar la adopción. Iban todos juntos misa, recuerda la directora de El apóstol en entrevista con la revista francesa L1visible, pero al no estar legalmente adoptada su bautismo quedó pendiente por años.

¿Para El apóstol se inspiró en una tragedia de la que usted fue testigo?
Es una ficción inspirada en un hecho real. Yo tenía 19 años. Madeleine, la hermana del sacerdote de mi pueblo, fue asesinada. Estrangulada por el hijo de sus vecinos. Yo la conocía, ella era muy bondadosa. Después del crimen, nuestro sacerdote decidió vivir junto a los padres del asesino de su hermana; con su presencia cercana los ayudaba a vivir. Eran una familia musulmana. Escribí esta película para honrar al sacerdote y su hermana asesinada.

En la película, el gesto se convierte en el punto de partida para la conversión de su héroe
 Akim se pone en marcha hacia Cristo porque él es tocado por este acto de caridad tan hermoso. Tengo un amigo que se convirtió del Islam y va a la iglesia conmigo el domingo. Me habló de sus luchas y sufrimientos. Su proceso me ha tocado el alma, me inspiró.
 
¡Es arriesgado hacer frente a un tema tan controversial!
Sin embargo el regreso del deseo religioso y de lo sagrado en los jóvenes franceses es real y un algo hermoso. Yo hago parte de estos jóvenes. El reparto de la película reunió actores ateos, musulmanes, católicos, judíos convertidos; unidos generamos una película que afirma el deseo de creer en Dios y en la tolerancia.
 
Usted, una belleza Kabyle (grupo bereber autóctono, norte de Algeria), ¿Cómo es que termina de católica?
Yo no vengo de una familia Kabyle. Provengo de una familia savoyarde y ardéchoise. No conozco la Kabylie. Esta es una de las grandes dificultades que padecen los niños abandonados. Cuando son llevados de vuelta hacia cosas que ignoran. Nací en suelo francés, me abandonaron a la edad de tres meses. Crecí en una familia francesa. De Kabyle tengo sólo lo estético, pero en realidad no quiero hablar de mi físico. Prefiero destacar que siempre he sido católica. Fui a la iglesia toda mi infancia y adolescencia, siempre me sentí amada por Dios. Pero mis padres no tenían el derecho a bautizarme porque no eran mis tutores legales. Yo estaba bajo la tutela del Estado francés. Fui bautizada en esta primavera de 2014, oficializando así mi unión a la que siempre ha sido mi religión.

¿La Iglesia, otra madre adoptiva?
Sí, mi iglesia es una segunda madre, pero tanto como Francia. Me dieron a Francia y yo crecí con la conciencia de ser una hija de Francia. Si estoy aquí es gracias a Francia y a la Iglesia. Un pedestal, ya sabes, es importante cuando eres una niña abandonada. Tengo la suerte de haber encontrado la fe; entonces doy testimonio público de mi felicidad. Amo en la eucaristía la belleza de la liturgia de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. ¡Me gustan los cantos, la estructura, el incienso!

¿Una oración favorita?
La parte del Padre Nuestro donde decimos "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo". Una oración que dice todo, pues lo espera todo y pone a Dios por encima de todo, y al mismo tiempo con nosotros. Él es quien jamás nos deja.

Su película aborda el tema de la libertad religiosa…
Cuando muchos de nuestros hermanos cristianos están siendo masacrados en el mundo, es una gran ocasión para que recordemos a nuestros amigos musulmanes el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencias y la libertad de manifestar su religión o creencia, ya sea solo o en común con otros y en público o en privado, enseñarla, practicarla, el culto y la observancia de los ritos”.

 "El Apóstol” recibió en junio pasado un premio en el festival Mirabile Dictu,  organizado por el Vaticano...
¡Es un premio importante para mí! Porque me ha sido otorgado por un festival de inspiración católica. Lo tomo como un estímulo para mi trabajo. Este premio es una manera de decir: "Vuelva a creer en su trabajo, y continúe el camino".


 

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