El doctor Michael Mellman quedó conmocionado cuando el 26 de octubre de 1991 leyó “positivo” en el informe del test de Elisa realizado a la estrella del baloncesto mundial y uno de los deportistas más queridos por la afición en Estados Unidos: Earvin “Magic” Johnson. Era un terremoto en el mundo del deporte y para la opinión pública.
En aquellos años, la ignorancia y los prejuicios habían encumbrado el VIH-SIDA a la categoría de Armagedón para homosexuales y adictos. No existían aún los tratamientos efectivos, que con los años han ido permitiendo a las personas vivir con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana sin que ello represente una condena de muerte.
Earvin “Magic” Johnson un hombre casado y en camino de ser padre por primera vez, uno de los mejores basquetbolistas de la historia, pensó que su vida tenía pronto término y a sus más cercanos les manifestó que le quedaba solo una ilusión… Representar a su país compartiendo equipo con Michael Jordan y Larry Bird en lo que sería el Dream Team de Barcelona 1992. Nada más.
Pero el mundo del deporte probó estar a la altura. Ni los aficionados, ni sus colegas le dieron la espalda; tampoco las empresas lo abandonaron. Vivir con VIH-SIDA sería un desafío para Johnson y para su familia, que acababa de iniciar. Batalla en la que se afirmaría del todo en Dios, siendo así su testimonio una esperanza para otros…
La vida como don
Al cumplirse 25 años desde que el 7 de noviembre de 1991 él mismo hiciera público su diagnóstico, “Magic” agradece a Dios en una carta pública titulada: “La vida continuará para mí” (pulse para leer en inglés).“Hace 25 años algunas personas pensaban que era una sentencia de muerte…”, comienza reflexionando Johnson, dando testimonio luego de quien ha sido su ‘roca firme’ en este camino… “Dios te acompaña a través de los desafíos para que conozcas Su poder y Su voluntad para tu vida. La vida tiene altibajos, pero es con la humildad que muestres en los buenos momentos y la resiliencia que despliegues en los malos, que te convertirás en quien eres. ¡Esta es una celebración de esos momentos!”, dice el astro histórico de los Lakers.
La voluntad de Dios, su apostolado
Hasta ese día en que fue informado que portaba el VIH, dice en la carta, “pensaba que lo más difícil que había hecho era jugar contra Michael Jordan o Larry Bird, pero desde ese día comencé la batalla de mi vida. Este día, comencé a comprender cómo Dios estaba transformando mi vida. Mi fe me dio las fuerzas para levantarme y decir al mundo que había contraído el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)".
“Magic” asumió como un apostolado el mostrar cómo vivir de la mano de Dios con VIH-SIDA, pero también educar a la comunidad para prevenir… “Sentí que era mi deber educar a cuántas personas podía sobre esta enfermedad. Fue entonces que inicié mi nuevo trayecto para caminar cada día según la voluntad de Dios. Hoy, continúo haciendo todo lo que puedo para sensibilizar y educar sobre esta enfermedad a la comunidad”.
Al finalizar su carta Earvin “Magic” confidencia sentirse “bendecido” por el apoyo de su esposa, “Cookie”, sus tres hijos, dos nietos, padres y hermanos. “La vida es un regalo, y agradezco a Dios por bendecirme los últimos 25 años”, concluye.