Los ojos de María
El fenómeno se inicia en Ancona como puede comprobar el mismo Napoleón. En Roma se inicia una larguísima discusión que durará meses, sin que nadie -católicos o no creyentes- desmientan lo sucedido. Las autoridades religiosas, para evitar la irritación de los invasores, inician con cautela un riguroso proceso, en el que desfilan algunos testimonios y hombres de ciencia. La sentencia final confirma lo que está en la mente de todos: la Virgen ha querido testimoniar su protección a la ciudad santa. Con objetividad y seriedad, los autores han reconstruido esta cadena de acontecimientos misteriosos e inauditos que pusieron en vilo a Italia en aquel periodo y que todavía permanecen en la memoria de la invasión napoleónica de Italia