Chile es su próximo destino

Neil Vélez, carismático predicador consagrado a testimoniar e invocar el "poder de Dios"

10 de octubre de 2014

Enfermos del cuerpo y el alma se preparan para invocar -orando- al Espíritu Santo en Santiago de Chile, animados por el testimonio que predicará Neil Vélez. Un "Sábado de Milagros" para moros y cristianos.

Compartir en:



Pasión y certeza en la acción de Dios impregna la prédica de Neil Vélez cada vez que toma el micrófono y alienta la fe de la audiencia, ya con su propio testimonio de sanación y conversión o el de alguna persona que ha conocido en las decenas de encuentros carismáticos en los que ha participado desde niño.

Neil es hijo de padres puertorriqueños emigrantes en Nueva York (USA), donde nació en 1966. La suya es una familia de músicos, cantantes y testigos de la palabra de Dios. Ser entonces un laico que evangeliza predicando a multitudes, es una herencia familiar que comenzó a experimentar a los 12 años junto a sus padres.

Pero a los 17 años su vida tuvo un vuelco espectacular y también se incrementó la demanda por escuchar su testimonio… Miles –en Estados Unidos y otros países- querían escuchar de sus propios labios cómo fue que Dios lo sanó.

De la muerte a la vida

Es que Neil había nacido con una enfermedad cardíaca congénita que afectaba a sus válvulas. “A los 17 años, la enfermedad se me había complicado. Las válvulas de mi corazón seguían sin cerrarse de forma correcta; padecía meningitis, tumores en la cabeza y una complicación de todos mis males me había dejado ciego por completo”.

Estando en condición crítica en el hospital cuenta que se aferró con fe a un recuerdo que le daba esperanzas… “Mi mente repasaba un texto que meses antes había leído en la Biblia: «Por sus llagas fuiste sanado» (1Pedro 2, 24b). Esa frase se me había adherido a la mente”.  Pero a medida que las horas transcurrían y no ocurría nada de lo que esperaba, en su fragilidad y juventud, Neil desesperaba.

“«Dos cosas están ocurriendo aquí: o todo es mentira o yo en realidad no te he conocido», le grité esa noche a Jesús. ¡Una voz tan clara irrumpió deteniendo mis lamentos!: «Hijo mío, tú no me conoces», me dijo al oído. ¿Cómo es posible?, pensé, si ni siquiera mi juventud he gozado por andar en tus caminos Señor”.

Pero la voz, dice  Neil, volvió a repetirle la misma frase y entonces –como  si alguien abriese su mente- comprendió que era verdad. “Hay personas que no han faltado a una misa en toda su vida, que oran todos los días sin cesar; sin embargo, no saben quién es Dios; y yo era una de esas. Como pude me bajé de la cama, me postré de rodillas y derramé en llanto. Tanto gritaba que los doctores entraron para tratar de calmarme. Cuando dejé de llorar y abrí los ojos pude ver el rostro de los médicos: ¡había recobrado mi vista!”

Sorprendidos, agrega Neil, los médicos lo sometieron de inmediato a una serie de exámenes para corroborar que efectivamente podía ver. Pero no sólo eso había ocurrido, precisa. “Detectaron que la meningitis y los tumores habían desaparecido, mas no mi debilidad en el corazón. Ese padecimiento seguía allí, llevándome a la muerte. Un especialista de Texas y otro de California llegaron a decirme que me quedaban tres meses de vida, pues aunque no tenían explicaciones para lo que había sucedido, sólo lo atribuían a un caso de mejoría momentánea”.

El testigo

Han pasado años, Neil está vivo, sigue aferrado a la certeza de que por las llagas y padecimientos de Cristo ha sido sanado. También está seguro que quien con fe se aferre a esta certeza y ore a Dios, puede obtener todo bien que precise para su vida. “El hombre en general ha perdido la fe en Dios. Ha quitado su mirada de Dios. Esto ha hecho que el mundo con sus falsas costumbres, engañe al hombre. Yo soy testigo del poder de Dios”.

Durante este año 2014, como regularmente ocurre en su vida, ha estado visitando varios países de Iberoamérica.

El próximo sábado 18 de octubre desde las 11:00 A:M Neil Vélez estará testimoniando e invocando al Espíritu Santo en la explanada que rodea al Templo Votivo de Maipú, en Santiago de Chile. Como un “Sábado de Milagros” han rotulado el encuentro... al que los organizadores invitan -como en todo país que Neil visita- a quienes necesitan de Dios para su sanación y liberación. La actividad cuenta con el respaldo formal del cardenal Ricardo Ezzatti, Arzobispo de Santiago (pulse para ver).


 

Compartir en:

Portaluz te recomienda