Lianna Olivia Rebolledo, mexicana, quien quedó embarazada a los doce años de edad producto de una violación, es hoy una reconocida defensora de la vida (www.liannaporlavida.org). Desde Estados Unidos conversó en exclusiva con Portaluz.org lamentando que en Chile se pretenda legalizar el aborto…
He sabido por la prensa internacional –señaló- de los intentos que líderes políticos, médicos y otros actores sociales realizan para aprobar el aborto en Chile. En particular hoy que se ha hecho público un nuevo caso de abuso con consecuencia de embarazo en una menor de edad.
“El aborto –precisó Lianna- de ninguna manera puede ser la solución. Para nada. El aborto es más violencia, como la vivida. Es una nueva violación a la persona pues con el aborto no olvidas, sino que potencias el trauma que has tenido al ser violada. No se resuelve con una muerte el daño de la violación”, señala emocionada.
Para esta madre, cuya hija fue concebida en una traumática experiencia, “el embarazo no es el problema. El problema es preguntarnos ¿qué está pasando en nuestra sociedad para que las niñas tan pequeñitas se vean expuestas a quedar embarazadas? Y entonces la prevención es fundamental”.
Su juicio es congruente con la resolución 2106 adoptada el pasado 24 de junio por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde no aprueba el intento que- liderado por el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon- buscaba legitimar como un “derecho” el aborto y la píldora del día después para mujeres embarazadas a consecuencia de la violencia sexual en situaciones de conflicto y posterior a ellos. La resolución sí aboga por la prevención, sanción a los culpables y ayuda integral a las víctimas.
En esa línea argumental Lianna afirma que la ciencia, la sociedad, las instituciones, son quienes deben buscar caminos para ayudar y acompañar a las niñas y mujeres abusadas, posibilitando que puedan sanar sus heridas. ”En este contexto, si así lo determinan –agrega-, el que entreguen sus bebés en adopción es un gesto de amor. Lo importante es que puedan apoyar a las niñas y mujeres que viven esta experiencia para que descubran que la vida no se acaba, la vida sigue”.
Lianna Rebolledo conoce de lo que habla. Ella vivió un complejo proceso para sanar los daños que la aberrante experiencia de ser violada impuso a su vida. Pero su embarazo y el nacimiento de su hija, lejos de ser una condena, dice, “me ayudó a re-encontrarme con la vida… fue un motor vital para seguir viviendo”.
Insiste luego en que resulta contradictorio que se pretenda proteger los derechos de un ser humano legalizando el asesinato de otro. En Chile –precisa- no es legal la pena de muerte y los chilenos deberían considerar que “al aprobar el aborto lo que estarían haciendo es aprobar la pena de muerte para inocentes que no tienen culpa de nada”.