En el Año de la Misericordia de Dios

Sacerdote predicador y confesor: "He visto al hombre en el infierno aquí en la tierra. ¡Pero el Señor le busca siempre!"

21 de agosto de 2015

Para pecadores de cada día y los que se consideren "de otra galaxia"… esta entrevista pondrá calor en sus corazones y los llevará -confiamos- hacia el confesionario más cercano.

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Lo hizo el año 2014 y repitió este 2015… Colombia, Chile, Argentina, Perú, Ecuador, casi un mes completo misionando, más de cinco mil personas, jóvenes en su mayoría, que con corazón de niños se dejaron sorprender por la novedad de la catequesis del padre Ricardo.

Ricardo Reyes, carismático sacerdote de la diócesis de Roma, apasionado en su prédica, sintiendo que cada día de vida, también su tiempo de vacaciones, es una oportunidad para vivir la identidad sacerdotal… dando enseñanza y testimonio sobre la acción transformadora de Dios en la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación.

Precisamente su libro más reciente “Me dejé seducir”  pone de relieve que la misericordia de Dios es la fiesta -con traje nuevo- que se nos regala, cuando accedemos al perdón sacramental de la confesión.

En su encuentro con Portaluz respondió lo dulce y lo amargo,  poniendo de relieve la importancia que reviste el próximo Año Santo de la Misericordia que inicia este 8 de diciembre, tras un Sínodo que fortalecerá a la Iglesia…

 
¿Cuál es la raíz en el Nuevo Testamento de este sacramento?
Encuentra uno de sus fundamentos en el mandato de Jesucristo: “A quien perdones los pecados le serán perdonados y a quien se los retengan les serán retenidos”, que es también mandato sobre Pedro (la primacía). Son muchos los episodios en la Escritura que nos hablan de perdón y reconciliación, de regresar al Padre. Incluso el primer milagro, si bien  hace referencia al sacramento del matrimonio -las Bodas de Caná-, también vincula con el perdón, porque Jesucristo interviene no sobre un agua cualquiera. Era el agua que se utilizaba para la purificación (tradición de los judíos). El verdadero vino nuevo, la frescura de la vida, se obtiene a través de la experiencia del perdón, de la misericordia. Luego, todo lo que Jesús enseña y manifiesta es perdón, la misericordia del amor. Hoy, si creemos que Dios es amor y el mismo acto de Cristo de morir en la cruz  es un acto de amor, entonces ¿cómo encontrar ese amor?: En los sacramentos y de un modo particular el de la reconciliación.

¿Qué tanto es responsabilidad del hombre, qué tanto es responsabilidad de un ser espiritual concreto -el demonio, los demonios-, las acciones de pecado del hombre?
El demonio existe y el demonio actúa tentando al hombre, pero el demonio no tiene el poder de hacernos caer. Es verdad que el demonio actúa, pero somos nosotros los responsables de nuestros actos. El demonio tiene un poder limitado.

¿Hay excepciones? ¿Cómo por ejemplo los casos de posesión? ¿Están eximidos de culpa los posesos de aquello que hagan o dejen de hacer por estar posesos?
Si es un poseído real, sus actos no son libres. Para que un pecado sea tal tiene que haber… pleno consentimiento, ser libre, y tener conciencia de lo que se está haciendo. Un endemoniado ¿cuánta conciencia tiene? Si ni siquiera recuerdan muchos de ellos las cosas que han hecho en cierto punto. Pero también nosotros (sin  necesidad de estar posesos), en muchos de nuestros pecados no somos libres, ni tenemos conciencia verdadera de la gravedad, del daño, que nos hace el pecado.

Cuando se habla de realidad de pecado, ¿podríamos entenderla como ruptura de la comunión con Dios, con aquello que Dios quiere para el hombre?
Es eso. El pecado es romper con el proyecto de Dios. Pecar quiere decir faltar en el amor a Dios.

¿Desde esa perspectiva hay países que son más pecadores que otros, así como está en la Biblia el ejemplo de Sodoma y Gomorra?
En este mundo tan secularizado que vivimos lamentablemente hay cosas a las que le quitamos importancia cuando realmente tienen gran valor. Europa, por ejemplo, al hacer su Constitución, la Carta Magna, niega sus raíces cristianas. Pero si tú vas a visitar Europa podrás ver que brota el ser cristiano, la raíz cristiana. Negándola se ha hecho un pecado de apostasía…. y que se percibe (en sus consecuencias). Haber cortado con Dios.

¿Este pecado de apostasía sería aplicable a la sociedad occidental que se vacía de Dios?…
Exacto. Pero no son tampoco las naciones quienes buscan el control del mundo son los grandes poderes económicos. Y ¡bueno!, como siempre se dice, hasta en la escritura… Dios o mamona. Así es que el poder económico claramente va a contrastar con el anuncio del cristianismo. El poder económico te dice: la vida está en ser ¡yo, yo, yo y yo! Construcción del yo.

El papá Dios que usted predica y a quien sirve como sacerdote, ¿será más comprensivo con los hombres y mujeres de este tiempo sometidos a un modelo social más vaciado de Dios? ¿Son menos responsables los hombres y mujeres de este tiempo que los de antes?
Tenemos también hoy muchos instrumentos para encontrarnos con la verdad. No niego que Dios es misericordioso. ¡Siempre es misericordioso! ¡Siempre paciente! Con nosotros mismos, con la misma Iglesia, sabe esperar.

¿El infierno existe?
Sí.

¿Qué es el infierno?
Es el vacío completo, la separación completa de Dios.

¿Quiénes van al infierno padre?
Yo no he estado allí ni quiero estar. Pienso que va lo que dice la Iglesia. Va quien ha rechazado completamente, quien no quiere… quien ha negado la misericordia de Dios, el encuentro con Él, negado abrirse a su amor. Necesitas una voluntad del rechazo completo de Dios, de la verdad.

¿Quién voluntariamente se ha negado a estar en comunión con Dios?
Exacto.

Vale decir que la mayoría de los pecadores…
No se puede generalizar en estos temas. Nuestra tendencia a pecar en algunas cosas puede ser por heridas muy profundas que nacen en la persona. Hay pecados que sí son más graves que otros, pero no todos somos iguales. No es lo mismo si peco yo, que si peca una persona sin conciencia de lo que es pecado. Y quizás el hace un pecado que parece más grave, pero finalmente podría ser más grave el mío, porque a mí Dios (como sacerdote) me ha dado más gracias para conocer en verdad las consecuencias de mis actos.

¿Eso significa que el día de mañana puede que haya sacerdotes y obispos en el infierno?
Claro… hemos recibido más gracias, más nos será pedido.

Sobre este punto, hay personas valoradas por la Iglesia que además refieren revelaciones particulares. Por ellas afirman haber visto el infierno y allí por ejemplo a quienes abortaron o mantuvieron relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, sin arrepentirse...
Claramente a quien han abortado le cortan la vida. Me impresiona ver que los promotores de las leyes del aborto, no dicen a las mujeres que les van a dejar solas. Porque la realidad es que después las abandonan. Yo he recibido gente que tras décadas han venido a decirme que treinta años atrás abortaron y no han podido descansar ni un día, pues en cada hijo que tuvieron después ven a este que abortaron ¡El dolor que deja en la mujer y en el matrimonio! ¡Cuántos matrimonios se separan después de un aborto! Nadie habla de eso. Al fin sólo les interesa el beneficio económico que se va a tener con el aborto en ese momento de ejecutarlo, no se calculan las consecuencias y los costos posteriores del aborto. Entonces, que vaya al infierno, que vaya al cielo, al menos lo que yo he visto hasta ahora, no sé.  Claro yo no puedo generalizar, eso no se sabe. Pero lo que yo he visto hasta ahora es que el infierno comienza ese mismo día que abortan, para estas mujeres. La soledad, el sentido de culpa, el dolor.

¿Y el caso de la persona que mantiene vida sexual con alguien de su mismo sexo?
Claramente quien vive mal su sexualidad antes o después produce heridas en la persona. Por ejemplo, hay una cosa impresionante. Todos hablan de las operaciones de cambio de sexo… pero nadie dice que la mayoría de ellos terminan su vida suicidándose. En Roma he conocido casos.

Volviendo a la pregunta original. Usted no afirma si necesariamente una persona que haya tenido actividad homosexual durante su vida irá al infierno de no arrepentirse de ello y detener esa actividad antes de morir
Yo no puedo decir quién va a ir o no. Ya tengo bastante con saber si yo voy o no. Sé que el pecado produce muerte. Yo sé cuáles son las consecuencias. Que el infierno comienza aquí. Aquí comienza también el cielo. Yo he visto al hombre en el infierno aquí en la tierra. ¡Pero el Señor le busca siempre! Puede ser que para esa persona en el último instante de su vida el Señor en su infinita misericordia, viendo las oraciones de su bisabuela le manda un cura y esta persona acoge el perdón o le manda un signo. Y el Señor, bueno, nosotros sabemos cómo es la misericordia del Señor, la ternura de Dios. ¡No podemos tener un esquema de este hace esto, entonces irá a esto! O que si el cura o el Obispo tal, entonces se va al infierno. No podemos tener ese esquema. Yo no puedo entrar en esa esfera profunda de la intimidad de la persona (con Dios). No se puede hacer una lista de a tal pecado, tal consecuencia. Sé que la consecuencia del pecado es la muerte. Eso ya basta y sobra. La muerte parte sobre la tierra, la soledad profunda. Si después va a ir o no al infierno… no se lo deseo a nadie. Al contrario, rezo todos los días por las almas del purgatorio, por las personas que están solas, por quien vive pecados graves. ¿Y esas oraciones no las escucha el Señor?... Yo espero que las escuche.

Papa Francisco en sus discursos que inician la catequesis y motivación al Año Santo de la Misericordia que inicia el próximo 8 de diciembre, ha insistido en pedir a los confesores que sean extremadamente misericordiosos. ¿Por qué tanta insistencia en algo como la misericordia que parece obvio?
 Un riesgo que tiene todo sacerdote es el perder de vista la misericordia. El Papa llama a que el sacerdote se convierta. Porque convirtiéndome y viendo la ternura, el amor de Dios hacia mí, encontrándome con el amor de Jesucristo en mí, es natural que surja amor hacia mis hermanos. Sobre todo en un ministerio que no me pertenece (perdonar los pecados), que es un don que Dios me ha dado.

¿Tan malo es el diagnóstico del enfermo que se requería de Un Año Santo donde el sacramento de la reconciliación es medular?
Todos necesitamos encontrarnos con la misericordia de Dios, siempre. Este año es particular gracias a que Papa Francisco ha querido manifestar lo que es el amor de Dios. Que se abra un Año de Misericordia es una gracia, es una belleza. El Año de la Misericordia empuja una realidad que es constante en la Iglesia.


 

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