Agradecer es servir: Dámaso describe en video testimonial lo que vive con la Santísima Virgen María en Lourdes

21 de septiembre de 2019

Nunca subestimes el poder de la esperanza, de la fe, del amor a la Madre de Dios…

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“Me educaron más en un Dios del castigo, un Dios del cumplimiento”, afirma Dámaso Vidales al inicio del siguiente testimonio registrado por Mater Mundi, en el cual agradece su crecimiento en la fe a la Santísima Virgen María…
 



 
Dámaso forma parte de la Hospitalidad de Lourdes, una Asociación de Fieles integrada por los hospitalarios, personas que voluntariamente se ofrecen para servir y cuidar a todos cuantos -enfermos y sanos- desean peregrinar al Santuario de Lourdes y vivir su espiritualidad cristiana en el marco de esta advocación mariana. Dámaso que recibió una educación católica, en el video registrado por Mater Mundi TV afirma: “Siempre he estado vinculado a la Iglesia, pero una Iglesia no vivida tanto desde el corazón sino como más un tema cultural, de tradición”.
 
Tal como lo viven miles de personas, con el paso de los años la fe católica ya no parecía tener sentido para él, pero no se alejó del todo. “Vivía la fe de una forma muy sui géneris”, comenta.
 
Su tránsito a una fe adulta no ocurrió de forma espectacular, sino que ha sido parte de una vivencia concreta de la fe, que le ha llevado con su mujer a necesitar “la misa diaria” como “algo nuclear” en sus vidas. “Diseñamos nuestra vida en base a poder ir juntos a misa todos los días… De manera natural la oración ha ido llamando a más oración”.

La aparición de la Virgen y el Señor en su vida ha sido con pequeñas pinceladas y dejándole toda la libertad para elegir. “Yo me acababa de cambiar de carrera, estaba un poco despistado, y aparece la posibilidad real de que para obtener el título privado de esa universidad en la que yo estaba cursando, había que hacer acción social”, explica Dámaso y agrega que este es otro de los “regalos recibidos del Señor y la Mater”.  
 

En esas circunstancias le surgió la posibilidad de viajar a Lourdes y validar en la Universidad las horas de servicio que allí pudiere hacer. Lourdes, dice Dámaso, “fue una auténtica maravilla estar al servicio de los demás… esos cinco días me sirvieron durante muchos años de refugio y carga pilas. A pesar de poder haber tenido una vida alejada de la iglesia, allí en Lourdes me ponía en orden”.

A partir de aquí empieza un camino para Dámaso en el que la Madre y el Señor ha permitido que todos los meses de octubre desde aquel año haya podido ir a Lourdes. La primera vez no fue fácil pues ante esa experiencia desconocida sintió miedo y sorpresa. “El choque es brutal, encontrarte a todas aquellas niñas, las sillas, la gente cargando descargando, los olores, fue un poco shock... Pero lo que he descubierto en Lourdes es el regalo absoluto de la alegría del servicio. La alegría del servicio es inconmensurable”.

 

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