¿No nacidos ´legalmente´?

30 de enero de 2015

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A nadie quisiera echarle a perder las vacaciones... pero mi conciencia, mi sentimiento de vida no me deja en paz. Pareciera que se avecina a nuestra Patria (Chile) una gran tormenta, un terremoto silencioso, una muerte y muchas muertes  bien planificadas... no habrán testigos, nadie vio nada, además eran niños no nacidos… !!!
 
La noticia es clara: El Ejecutivo intenta despenalizar la interrupción del embarazo cuando hay tres causales: inviabilidad fetal, está en riesgo la vida de la madre, o cuando el embarazo es resultado de una violación. Se quiere LEGALIZAR el aborto en esas circunstancias... y se parafrasean muchos argumentos... pero ¡El aborto es un asesinato y lo es! Y todos estamos callados, silenciados, como censurados ante el más grande genocidio de la historia, que ya ha cobrado en el mundo mil millones de vidas humanas.
 
¿SI ES LEGAL ES BUENO? 
 
La lección de la historia nos recuerda que: 
La esclavitud en Africa era legal, un continente entero sin libertad.  
La solución final de los nazis -Holocausto judío- también era legal.
El Gulag de los soviéticos, campos de concentración que los prisioneros ‘llamaron triturador de carne’, era legal. 
Los espartanos mataban a los hijos con discapacidad, arrojándolos desde las laderas del Taigeto,  y era legal. 
Los cartagineses ofrecían sacrificios de niños a los dioses, para ser ‘escuchados’ y era legal.
Para los romanos, el niño recién nacido no era nada hasta que un ‘pater familias’ lo alzaba y lo introducía en su familia. Hasta ese momento, el niño podía ser asesinado, vendido como esclavo, arrojado a la calle o dado de comer a los leones del circo romano. 
Las culturas precolombinas tenían entre sus rituales legales y religiosos, los sacrificios humanos, a menudo mujeres y niños.

Todo esto era LEGAL, DEMOCRATICO Y CONSENSUADO… !!! Las conciencias podían dormir ‘tranquilas’. No era tan ‘malo’, matar… estaba permitido.
 
PERO DIOS SE HIZO NIÑO EN BELEN
 
Así lo profetizó Isaías 9,2 ss.
 
El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz; los que moraban en tierra de sombras de muerte, una luz resplandeció sobre ellos. Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros. Y se llamará Admirable Consejero, Dios Todopoderoso, Padre Eterno, Príncipe de la Paz.
 
Jesús trajo una gran luz, y a Herodes no le gustó, buscaba al Niño para matarlo… José salvó al Niño y a la Madre... y esa luz siguió irradiándose... pasó de mano en mano... de mártires, de santos, de testigos anónimos, que dieron su vida por defender y proteger toda vida humana.
 
Por primera vez en la historia a partir de este ‘pequeño Niño’, se difundió la certeza y el sentido de que todo ser humano es sagrado e inviolable, que ningún poder del mundo puede disponer de la vida o de su dignidad. Así se fue construyendo por siglos nuestra cultura cristiana, basada en la libertad, el respeto a la vida y el amor al pobre, al huérfano y a la viuda. (Salmo 68)
 
El aborto ¿no es una vuelta al corazón de las tinieblas, a las sombras de muerte, no es una negación de la condición humana misma: el derecho a la vida?
 
¿ESO QUEREMOS?  ¿QUÉ PASA CON NOSOTROS EN TODO ESTO?
 
¿NO TENEMOS NADA QUE DECIR? ¿ESTAMOS DE VACACIONES?
 
 
Te invito a mirar a María con su Niño, 
rezar un Ave María, y que Dios ilumine a cada uno QUÉ DEBEMOS HACER, ¡YA!


 

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