Clamor por la Araucanía

01 de mayo de 2015

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La situación en que nos encontramos tiene a la base un Estado que en su momento, también mediante el uso de la violencia, despojó a un pueblo de sus tierras y derechos ancestrales. Hoy día es ese mismo Estado, quién por una inexplicable demora en buscar y ofrecer soluciones de fondo de temas de los cuales es el responsable, tiene a una Región muy complicada, con nuevas víctimas. Al punto que El Intendente Regional, ha afirmado al Diario local que "nada de esto es espontáneo, se trata de un sector que optó por la estrategia de la ruptura política, la violencia. No estamos ante un delito cualquiera y por eso cuesta tanto buscar responsabilidades. Aquí hay diseños estratégicos y tácticos...gente capaz de crear el escenario que tenemos".

En este tema, existe la sensación cada vez más compartida, de una suerte de indiferencia, abandono, desprotección y falta de oportuna justicia, tanto por la demora, como por la violencia indiscriminada. La cantidad de diagnósticos y esta falta de propuestas concretas, hace que tanto las comunidades mapuche, el mundo agrícola, y la población en general, experimenten hacia las Instituciones del Estado una creciente desconfianza, serios temores y malestar más que comprensible. La Araucanía, y ante la progresiva extensión del problema, requiere saber con urgencia de qué manera y cuándo se soluciona esto, y en ello está dispuesta a colaborar toda su sociedad organizada.

Gradualmente el mundo mapuche y no mapuche, va llegando a la convicción que lo que se requiere son grandes decisiones políticas. Se trataría de buscar otras formas de compensación que no se agotan en la tierra; una nueva Ley que flexibilice la libertad de gestión de los nuevos predios de las comunidades indígenas; capital, recursos, capacitación, urbanización, vivienda, centros educativos, que las hagan polos de desarrollo, habitables y productivas; reconocimiento constitucional como Pueblo; representación política, formas de hacer realidad la interculturalidad en todos los ámbitos de la vida de la Región, definiciones sobre la tenencia de la tierra, y seguridad para la inversión agrícola, entre otros.

Del parecer de parlamentarios oficialistas esta semana, se puede deducir una falta de estrategia central y regional para enfrentar la temática indígena; dificultades para un trabajo político mancomunado; ausencia de mecanismos en los organismos gubernamentales, que aseguren las herramientas para un liderazgo de la autoridad regional más claro, orgánico, convocante y de mayor injerencia. De hecho, la Primera Autoridad Regional, ha declarado estar " esperando una definición del Gobierno central respecto de estos temas"... "se trata de un déficit estratégico del Gobierno que sí se lo he planteado, en donde participen todos los actores".

Urge de parte del Gobierno, los caminos para la ya retrasada paz en la justicia para todos.
 
+Héctor Vargas Bastidas, sdb
Obispo de San José de Temuco



Fuente: iglesia.cl

 

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