¿Quién es el bueno, quién es el malo y quién es el feo, en el Islam?

19 de junio de 2015

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Como respuesta y al hilo de lo escrito en mi artículo anterior, “Desvelando el Islam”, recibí una llamada inesperada de un antiguo “amigo” periodista, con el que hacía tiempo que no tenía contacto. Después de afectuosos saludos y protocolos, me expresó su reconocimiento a mi Blog, hablando del Islam y de los musulmanes y me preguntó medio bromeando: ya sabes todo, puedes decirme, ¿Cuál es el bueno, cuál es el malo y cuál es el feo, en el Islam?

Mi respuesta fue; que yo no pretendo ser el más listo de la clase, pero me indigna percibir que los periodistas seguís confundiendo a la gente con vuestros comentarios y afirmaciones sobre el Islam. Voy a contestar a tu pregunta, pero como siempre, en mí Blog, para que tanto tú como otros estéis al corriente de la realidad del Islam.

Mucha gente confunde los términos árabe y musulmán. Es verdad, el comienzo del Islam fue fundado por los árabes y para los árabes, pero más tarde y gracias a las conquistas y a las espadas, se difundió por el resto del mundo, obligando a sus ciudadanos a la conversión. Hoy día, hay casi 1600 millones de musulmanes en el mundo, pero solo 20% son árabes. Los países con mayor población musulmana son Indonesia, Pakistán, India y Bangladesh, que no son árabes.

En el Occidente asocian al Islam con mujeres tapadas, una estricta separación de sexos, ayunar el mes de Ramadán, la privación de comer cerdo y tomar alcohol, rezar cinco veces al día, Al Yihad y el radicalismo religioso. La realidad es otra, el grado de religiosidad varía de un país a otro y de una persona a otra. Además es muy tópico oír en Occidente que no todos los musulmanes son terroristas o Yihadistas, que hay musulmanes modernos o moderados. Es verdad, que no todos los musulmanes son terroristas o Yihadistas, imaginemos que 1600 millones de personas, un cuarta parte de los habitantes de este planeta, son terroristas, sería imposible vivir en este planeta.
En general, se pueden clasificar a los musulmanes en las siguientes clases:

1. Creyentes radicales y fanáticos: gente que siguen las normas religiosas en su conducta cotidiana, aplicando las doctrinas del Corán al pie de la letra, junto con, la Sunna-Al Shari’a-Ley islámica o el código penal, para los delitos religiosos. Mantienen una estricta separación de géneros donde las mujeres siempre van tapadas, los matrimonios suelen ser concertados. Creen y practican Al Yihad o la guerra santa si tienen oportunidad, como pilar fundamental en el Islam. Su manera de vivir el Islam y la interpretación del Corán es la única verdad, calificando al resto de los musulmanes como “herejes”. Los centros de inteligencias, calculan que hoy día, entre el 25% y el 30% del total de los musulmanes son de esta clase. En mi opinión, hay más. De este grupo de musulmanes, salen los yihadistas o los “mártires” del Islam. Dentro de estos radicales hay dos tipos de yihadistas en el Islam;
- el Yihadista colectivo, es un afiliado a un grupo terrorista y de sus líderes recibe los órdenes para actuar, el otro tipo es;
- el yihadista individual, conocido en el Occidente como el lobo solitario, nosotros de toda la vida en mi país natal Irak, hemos conocido este tipo de Yihad, que consiste de que un musulmán se levanta por la mañana y dice que ha recibido un mensaje o una revelación de Allah para matar a un infiel; judío, cristiano o ateo y lo cumple.

2. Creyentes ortodoxos conservadores: gente que creen en el Corán y Al Shari’a- Ley islámica y practican todos los pilares del Islam; la declaración de la fe, la oración cinco veces al día, el ayuno de Ramadán, la peregrinación a la Meca y pagar Al Zakat (limosna), pero no aplican Al Yihad o la guerra santa contra los infieles, como pilar importante en el Islam. Sin embargo pagan al Zakat, la limosna, que gran parte de ella, va para la financiación al Yihad o la guerra santa. Además, están de mente y de corazón con los musulmanes fanáticos que aplican Al Yihad. La mayoría de esta clase de musulmanes, adoptan costumbre occidentales, como ejemplo, las mujeres no llevan el velo y los dos sexos suelen socializarse juntos. Esta clase de musulmanes representan la gran mayoría del total de los musulmanes, entre el 60% y el 65%. Es verdad, que esta clase de musulmanes son menos fanáticos, están un poco más abiertos que la primera, pero eso no significa que sean modernos o moderados.

3. Musulmanes no creyentes o no practicantes: gente que se identifica con el Islam solo por herencia familiar, pero no practican casi nada de sus costumbres religiosas, son los ateos y los agnósticos. La mayoría de ellos beben alcohol, comen la carne del cerdo van y bailan en discotecas con los “infieles”. Esta clase de musulmanes construye la minoría del total de los musulmanes, entre 5% y 10%. Tampoco se les puede llamar musulmanes modernos ni moderados, simplemente que no son musulmanes o no son religiosos.

Todas las poblaciones en los estados islámicos tienen una mezcla de estas tres clases de musulmanes, con mayoría y minoría de unas sobre otras, depende del tipo de gobierno que gobierne. En los estados laicos, predominan los musulmanes de las clases 2 y 3, como en los estados árabes, musulmanes y las ex repúblicas soviéticas en los años 60, 70 y 80, cuando gobernaban políticos dictadores laicos.

En los estados religiosos confesionales, donde los musulmanes radicales pretenden establecer un estado teocráticos con un código civil y penal basado en el Corán y al Shari’a, lógicamente en estos países, la mayoría de los musulmanes son de la primera clase.

En estos últimos años y con el aumento del radicalismo y el fanatismo islámico, está creciendo el número de las personas de la primera clase de los musulmanes, debido a que la mayoría de los musulmanes que pertenecían las clases 2 y 3 se están pasando directamente a la primera clase. Principalmente, después del golpe de estado y la caída del Shah de Irán y la llegada del régimen Chií de los AyatAllah en Irán en 1979, la invasión de Afganistán en Octubre de 2001 y la de Irak en el año 2003 y la caída de Saddam Husein, más tarde, en Enero de 2011 con la mal llamada “primavera árabe” y el nacimiento del ISIS en Agosto 2014.

En una encuesta reciente tomada en Aljazeera.net entre millones de musulmanes en la red, el resultado fue sorprendente, el 80% de los musulmanes apoyan la política, los hechos, los actos y los ataques de ISIS en Siria e Irak y consideran al ISIS como el verdadero defensor del Islam y de los musulmanes, aplicando la Ley islámica.

Quién dice que el Islam está en crisis, no sabe nada del Islam y de los musulmanes. En mi opinión, el Islam está en el mejor momento, en su tiempo de esplendor, está viviendo en su época dorada. Quien está realmente en crisis es la sociedad occidental y no me refiero la crisis económica, sino también la política, moral, ética, unión y sobre todo los principios cristianos. Los musulmanes saben todo eso y sobre ello actúan.

El máximo representante de la autoridad de la liga islámica en todo el mundo, Yusof Al- Qardawy en un discurso, dirigido directamente al Occidente, dijo: “gracias a vuestras leyes democráticas os invadiremos; gracias a nuestras leyes religiosas os dominaremos”.

Según los devotos del Corán, el mundo, no está dividido en “territorio musulmán y no musulmán”, todos los lugares todavía no musulmanes deben serlo, por las buenas o por las malas (Sura 2:193) “Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos”.

Como cristianos verdaderos, asumamos un papel muy importante y muy difícil, hemos de tener la sensación de que hay urgencia: el tema no puede eternizarse ni aplazarse. Debemos de hablar constantemente de las barbaridades de ISIS en Irak y Siria que es la cara verdadera del Islam, de cristianos decapitados, martirizados, amenazados y acosados en todo el mundo, que ISIS y el Islam son una gran amenaza para nuestra civilización. Nunca hemos de infravalorar el poder de la oración, nunca debemos olvidar mencionar en cada misa el sufrimiento de los cristianos por el mundo. Debemos de defender nuestra Fe, proclamar la verdad y condenar el mal, es una gran devoción.

 

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