Los endemoniados gerasenos

15 de enero de 2016

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Una persona de Estados Unidos me ha hecho la siguiente pregunta:
 
¿Puede explicarme Mt 8, 28-34? ¿Por qué los demonios le piden a Jesús ir a los cerdos antes de ser expulsados? ¿Por qué Jesús acepta la petición? ¿Acaso Jesús tiene compasión de ellos?) ¿Por qué los cerdos se tiran al precipicio de todas formas? Los demonios, siendo espíritus, no sufren daño, sino los cerdos mismos, ¿correcto? Jesús pudo haber expulsarlos sin necesidad de intermediarios, los cerdos.
 
La razón de Jesús está clara: quiso que se entendiera de un modo visible adonde llevan los demonios. Ellos llevan a la muerte, al abismo, a la destrucción. Por eso permite que entren en los cerdos.
 
¿Por qué piden los demonios entrar en los cerdos? Podríamos tratar de responder a esa pregunta, con otra pregunta: ¿qué gana un demonio atormentando a un ser humano? El demonio no saca ningún provecho. Sólo desea hacer sufrir.
 
Los demonios ven que van a ser expulsados y en la desesperación del que sabe que no tiene nada que hacer, pide una cosa sin pensarla mucho. Ante su sorpresa, se le concede.
 
Los demonios pensaban residir en esos cuerpos de animales. Pero una vez dentro de los cerdos, la situación no se puede controlar: el animal se vuelve como loco al sentir al mal espíritu dentro. Seguro que hay una resistencia de la mente animal al mal espíritu que quiere dominarlo. Los demonios querrían manejarlos a voluntad. Pero la mente animal ejerce una oposición. Al final, los demonios, al ver que no los pueden dominar a voluntad, los conducen a la muerte. Ésta es mi humilde opinión respecto a este pasaje.

 

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