Este verano leyendo “Diálogos con Pablo VI” de André Frossard, las palabras del Pontífice me ayudaban a reparar en un aspecto original, muy a tener en cuenta en este Año de la Fe: Pedir perdón a los no creyentes. En concreto a aquellos que rechazan la fe por el mal servicio que hemos prestado a la misma los creyentes. Él lo refería a formulaciones excesivamente severas y en ocasiones distorsionadas. Podríamos ampliarlo a determinadas concreciones históricas en que con amenaza se trató de imponer la Verdad frente al disidente; o con violencia “se forzó a creer” a pueblos lejanos; o al exponerla –en una dinámica apologética, a la defensiva- en modo tan absolutista que en muchos despertó recelo o rechazo.
Año de la Fe: Pedir perdón a los no creyentes
12 de septiembre de 2013Este verano leyendo “Diálogos con Pablo VI” de André Frossard, las palabras del Pontífice me ayudaban a reparar en un aspecto original, muy a tener en cuenta en este Año de la Fe: Pedir perdón a los no creyentes. En concreto a aquellos que rechazan la fe por el mal servicio que hemos prestado a la misma los creyentes. Él lo refería a formulaciones excesivamente severas y en ocasiones distorsionadas. Podríamos ampliarlo a determinadas concreciones históricas en que con amenaza se trató de imponer la Verdad frente al disidente; o con violencia “se forzó a creer” a pueblos lejanos; o al exponerla –en una dinámica apologética, a la defensiva- en modo tan absolutista que en muchos despertó recelo o rechazo.