Vacaciona tu mente: Decálogo de la serenidad

26 de septiembre de 2013

Compartir en:



Hay quien vive sus días de asueto con más estrés aún que las semanas de trabajo. Viajes, ajetreos, hiperactividad... Preocupaciones, lecturas, tareas pendientes... y así regresan más cansados que marcharon. Por eso os invito a que no dejéis escapar ni un solo día sin poner en práctica este sabio decálogo del Papa Juan XXIII con sus propósitos y actitudes verdaderamente "refrescantes":
  • SOLO POR HOY: Trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
  • SOLO POR HOY: Me adaptaré a las circunstancias sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
  • SOLO POR HOY: Tendré cuidado de mi aspecto; cortés en mis maneras; no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
  • SOLO POR HOY: Seré feliz sabiendo que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también.
  • SOLO POR HOY: Haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
  • SOLO POR HOY: Dedicaré 10 minutos a la lectura, recordando que, como el alimento es necesario para el cuerpo, así la lectura es necesaria para el alma.
  • SOLO POR HOY: Haré una buena acción y no lo diré a nadie.
  • SOLO POR HOY: Me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré del todo, pero lo redactaré y me guardaré de calamidades : LA PRISA y la INDECISIÓN
  • SOLO POR HOY: Creeré (aunque las circunstancias demuestren lo contrario), que LA PROVIDENCIA DE DIOS SE OCUPA DE MÍ como si nadie más existiera en el mundo.
  • SOLO POR HOY: No tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad. Puedo HACER EL BIEN durante doce horas, ( lo que me descorazonaría) sería si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.
Haz caso al Papa Juan y descansa. Sólo vividos con serenidad el compás de los días podrás descansar la mente, recrear tu corazón, y esponjar el alma. Recuerda que cada día trae su afán, esto no lo puedes controlar, pero afanarte en él de un modo u otro ¡sólo depende de ti!
 
Feliz canícula, amigo lector.

Compartir en:

Portaluz te recomienda