¡Sacúdete y sal del pozo, pero…!

21 de noviembre de 2013

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Sacar provecho de las situaciones es de sabios y sensatos. Los golpes de la vida y las relaciones con los demás van marcando secuelas importantes en la vida; incluso, en ocasiones, llegan a ser hasta determinantes. Quisiéramos vencerlas, superarlas y hacer de ellas efectos positivos, y no esa carga tan pesada que muchas veces arrastramos. Cuántas veces hemos escuchado la frase “¡ay, cómo me tiran tierra!”, “¡vaya, cómo me llueve!”. Lamentablemente vivimos en un mundo de competencias, envidias y mientras más subimos más nos tiran. Dicen que los burros, sólo sirven para llevar carga, y como su nombre lo dice, son bien burros; pero hoy encontramos la historia de un burro diferente de los demás, este burro no es como cualquier burro, con orejas de burro y rabo de burro, éste sí supo cambiar el concepto que yo tenía de ellos.
 
Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, rebuznaba y rebuznaba mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito; finalmente, el campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas, y que realmente no valía la pena sacar al burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente, y se decía a sí mismo, esto me pasó por ser burro. Luego, para sorpresa de todos, se tranquilizó.
 
Después de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente miró al fondo del pozo y le sorprendió lo que vio... Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba...; mientras tanto, los vecinos seguían echando tierra encima del pobre animal, él se sacudía y daba un paso hacia arriba. Pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando... así, este gran animal le dio una buena lección a todos.
 
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra y tal vez tú mismo le tirarás tierra, no a la vida, pero sí a las personas. ¿En dónde me ubicaría yo?, ¿con quién me identificaría?, ¿con las personas que tiran tierra?, ¿con el burro que se abate y se deja vencer?, o ¿con el burro que aprovecha esa oportunidad y sale galopando como un percherón de fina estampa?
 
El truco y la dignidad de la persona están en respetar a los demás con sus cualidades y sus defectos, en sacudirse, salirse del pozo, dar un paso hacia arriba y ayudar a los demás a superarse, pero no a tirar tierra. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba; es una oportunidad para crecer, para vencer barreras y servirme de ellas, y ser un alma buena y caritativa.
 
Recordar las seis reglas para ser feliz:
 
1. Liberar el corazón del odio.
2. Liberar la mente de preocupaciones.
3. Vivir sencillamente.
4. Dar más.
5. Esperar menos.
6. Tener esperanza y demostrar a los demás que somos sabios y sensatos.
 
Disfruta la vida... ¡Sacúdete!
 
 
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