Oración para el año nuevo que hemos iniciado

09 de enero de 2014

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Acaba de comenzar un nuevo año. Lo pongo en tus manos, Señor.
 
Tú, que eres Padre amoroso, que estás por encima de los límites de tiempo y espacio, y bien sabes lo que necesitaré en este año nuevo, me abandono a tu misericordia providente. Sea en este 2014 lo que Tú dispongas, Señor.
 
Te ruego que aumentes mi fe, concédeme que aprenda a mirar los días con los ojos del espíritu para ser capaz de descubrir tu presencia a mi lado. No permitas que nada me separe de Tí. Dame fortaleza y perseverancia en las pruebas, y haz que cada semana recuerde que nunca puede suceder nada que, junto a Ti, no pueda superar.
 
Libérame de toda forma de indiferencia. Dame un corazón tierno, sensible a las necesidades de los demás, y muéveme a lo largo de los meses a expresar mi fe practicando la misericordia. Que nunca me limite sólo a orar, a interceder por los demás sino a realizar acciones concretas en beneficio suyo.
 
Ayúdame a aprovechar adecuadamente el tiempo, a saber poner en ejercicio los valores y dones que de ti recibí. Enséñame a darme sin reservas a cumplir en todo tu voluntad, a comprender que sólo vale la pena lo que -por amor a ti- se hace en bien de los demás. Que cada hora salga de mí mismo para ir al encuentro de mis hermanos, sin prejuicios, sin retórica. Que pase por el mundo como Tú, haciendo el bien, con las manos abiertas y extendidas y con el corazón esponjado en tu gracia.
 
Líbrame en el recorrido de este nuevo año de la vanidad, de la tentación de creerme bueno, de la tendencia a sentirme satisfecho. No permitas que me paralice la inercia, el orgullo, la complacencia. Que tu Espíritu Santo no deje de inspirarme, de alentarme, de mostrarme el camino: que su acción me ponga en movimiento para colaborar con mi entrega en la construcción de tu reino de paz, amor y justicia.
 
Que mi Ángel, amigo y protector, me mantenga -en estos 365 días- sencillo y alegre, servicial y generoso, comprensivo y olvidadizo del mal; a perdonar a los otros, a acogerlos en mi corazón, a vivir la vocación al amor para ser verdaderamente testigo tuyo en mi mundo.
 
Ayúdame en 2014 a desprenderme de todo lo que me estorba para seguirte, a líbrame de lo que me hace tropezar: mis rencores, egoísmos, orgullos, miserias... Enséñame a amar como amas.
 

 

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