Belén y su padre biológico.

Sus padres la abandonaron en un basural y ella los buscó para perdonarlos

02 de diciembre de 2020

En marzo de 1999 una pequeña de solo dos meses fue rescatada de entre las basuras en el vertedero Caterua de Asunción, Paraguay. Sin embargo, la triste noticia, que entonces acaparó los medios de comunicación, se ha convertido en una historia de superación, amor y perdón.

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Belén María del Mar Caballero supo transformar un doloroso episodio de su vida en una película llena de esperanza y superación. Tras ser abandonada en un basural, ella decidió conocer a sus padres biológicos para darles un abrazo y ofrecerles su perdón.

El pasado 31 de octubre, María del Mar, quien tiene 21 años, tomó una de las decisiones más difíciles de su vida. La joven decidió encontrarse con su familia biológica. El reencuentro implicó que ella vaya hasta Cateura, mismo sitio en el que fuera abandonada en medio de las basuras.

La joven pudo conocer a sus padres biológicos, hermanos, dejando de lado el pasado. “Fue como liberarme de una mochila muy pesada. ¿Quién soy yo para no perdonar, siendo que también tengo pecados?, expresó Belén al corresponsal de Aleteia en Paraguay, el periodista Rodrigo Houdin.
 
Necesitaba perdonar 

Belén con su madre, hermanas y hermanos biológicos

“Yo había encontrado a mi madre por medio de las redes sociales. Había conversado con ella, pero no tenía el coraje para conocerla en persona. Fue algo que trabajé mucho y finalmente me decidí. Sabía que necesitaba perdonar, afrontar mi realidad”, expresó.

María del Mar comentó que antes de ir junto a su familia biológica, decidió comprar algunos víveres para entregárselos a su progenitora ya que conocía sobre sus necesidades. “Para mí fue muy fuerte, pero Dios me sostuvo. Para mí fue bastante sanador. No lloré al verla porque ya había llorado durante todo el trayecto desde casa hasta Cateura. Cuando vi a mi madre y la abracé, sentí que perdoné”, relató.

La joven explicó que en principio no tenía previsto conocer a su padre biológico, pero durante su visita a la zona del vertedero, también pudo conocerlo.

Tengo una paz muy grande 

“Siento que Dios me preparó durante todo el tiempo, con todo lo que pasé. Ahora tengo una paz muy grande en mi corazón. Dios me perdonó a mi mis pecados y yo, siendo alguien que comete errores, no puedo negar el perdón”, afirmó.

La joven asegura que desde que conoció a su familia biológica se siente en paz. Comentó que le gustaría estudiar para ser docente y le gustaría trabajar con los niños.

Un protagonista silencioso

El comunicador Sever del Puerto jamás imaginó que una cobertura para Radio Cáritas de Asunción se transformaría en una experiencia capaz de cambiarle la vida. Él no solo rescató a la niña; también le dio la oportunidad de tener un padre y crecer rodeada de una familia.

“Ella es única, es una persona llena de alegría, es quien te sostiene cundo las cosas están difíciles”, expresaba en comunicación con Aleteia,  Sever.

Este padre adoptivo recordó que cuando rescató a Belén, ella estaba abandonada a su suerte en medio de las basuras. Explicó que su condición de salud era muy mala. Afirmó que tuvo que hacerse cargo de ella y permanecieron en el Hospital de Barrio Obrero, Asunción, por un par de meses.

Custodia 
 
Belén y su padre adoptivo
“Los médicos necesitaban que alguien se quedase con ella y estuve todo el tiempo ahí. Con el correr de los días, era como que ella me veía como su padre”, recuerda Sever del Puerto y añade que tras abandonar el nosocomio, el Ministerio de la Niñez y otras instituciones llevaron a la niña hasta un albergue. “Era difícil verla llorar por mí, pero ahí empezó nuestra lucha, porque yo quería dale un hogar”, comenta.

El hombre contó que, tras ocho meses de gestiones y varias acciones judiciales, consiguió que le dieran la custodia provisoria de María del Mar. Sin embargo, la burocracia nunca permitió que la pudiera adoptar formalmente.

Sever dice que tuvo un pico de presión cuando su hija le contó que quería conocer a sus padres biológicos, pero que finalmente la apoyó. “Siempre le dijimos la verdad y sabíamos que esto podía suceder”, dijo.

Sever, papá de María del Mar, explica que todos ellos fueron bautizados en la Iglesia Católica, pero con el correr de los años “hubo algunos cambios en sus vidas”. Afirmó que Dios fue quien ayudó a su hija a tomar la decisión de perdonar a sus padres biológicos. Sever del Puerto afirma hoy, con orgullo, que él junto con su esposa e hijos se convirtieron en el hogar de Belén, quien en el mes de diciembre se casará y tendrá la posibilidad de forma su propia familia.
 

Fuente: Aleteia

 

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