¿Qué me pide ahora el amor?

24 de junio de 2021

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Hace varios años, una colega mía sufrió una decepción aplastante. Su tentación instintiva era la de enojarse, cerrar una serie de puertas y retirarse. Sin embargo, con el espíritu herido, se preguntó: ¿Qué me pide ahora el amor? Al responder a esa pregunta, descubrió que, a pesar de todos sus instintos en contra, el amor le pedía que se alejara de la amargura y el retraimiento, y le pedía que estirara su corazón de un modo que nunca antes había sido estirado.
 
¿Qué me pide ahora el amor? Es la pregunta que debemos hacernos cada vez que las circunstancias de nuestra vida se ven sacudidas (por la herida o por la gracia) hasta un punto en el que ya no queremos responder con gracia y amor porque todo lo que llevamos dentro quiere cerrarse y retirarse.
 
Así...
 
  • Cuando acabo de pasar por un amargo divorcio, cuando siento que mi corazón se endurece y me encuentro con un creciente odio hacia alguien en quien antes confiaba, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando he perdido a un ser querido por el suicidio, no sólo por la muerte, sino por una forma de morir que se convierte en un prisma que tiñe todos los recuerdos de esa persona, de modo que mi amor se convierte en ira, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando un colega me humilla en una reunión con insinuaciones que no son ciertas y mi sangre hierve literalmente ante la injusticia, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando mi propio hijo rechaza mi fe y mis valores, con la insinuación de que soy ingenuo y no estoy a la altura del mundo, y mi tentación es la autocompasión o (aunque sea sutilmente) retirar mi amor y mi apoyo, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando un diagnóstico médico revela que mi salud se verá comprometida para siempre y cada fibra de mi cuerpo y mi espíritu quiere hundirse en la ira y la depresión, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando la iglesia que es mi fuente, que me dio la fe, resulta ser injusta, portadora de pecado, cuando veo sus defectos y me veo obligado a reflexionar sobre la cuestión de cómo puedo permanecer en una iglesia con esa historia y esas disfunciones, la pregunta se convierte en, ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando me traicionan en una relación, cuando me miente alguien en quien confiaba, cuando me tienta la amargura de no volver a confiar en nadie, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando yo mismo traiciono una confianza, cuando por debilidad peco, cuando quiero revolcarme en el odio a mí mismo o racionalizar o negar mi debilidad, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando una elección en el país produce un líder cuya personalidad y políticas van en contra de todo lo que defiendo, la pregunta es: ¿qué me pide el amor ahora?
  • Cuando el mundo parroquial en el que crecí empieza a dar paso a un mundo multilingüe, multicultural, multirracial y multirreligioso que me hace sentir abandonado, cuando la paranoia y la actitud defensiva me hacen intentar desesperadamente aferrarme a lo que una vez fue, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando convivo con alguien de mi familia que es disfuncional y todo mi deseo es evitarlo y vivir mi propia vida, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando tengo que lidiar diariamente con alguien que me odia y todo lo que hay dentro de mí quiere responder de la misma manera, la pregunta es: ¿qué me pide el amor ahora?
 
Sin embargo, no sólo las cosas negativas nos perturban de esta manera, nos tientan hacia el odio y el retraimiento, y nos dejan en un espacio que nos obliga a responder de una manera nueva, la enorme gracia puede hacer lo mismo.
 
Así...
 
  • Cuando por fin consigo ese anhelado ascenso, con un gran sueldo y voz en la toma de decisiones, y la tentación es inflarme y sentirme superior a los que me rodean, la pregunta se convierte en: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando me inviten a ser el mejor alumno de mi promoción y esté en el podio disfrutando de la adulación de la multitud (consciente de los celos de mis compañeros), me asaltarán múltiples tentaciones, la mayoría de ellas malsanas. La pregunta entonces es: ¿qué me pide ahora el amor?
  • Cuando alguien me bendice de manera profunda con amor, gratitud y afirmación y mi tentación es alimentar mi ego con esa bendición, la pregunta se convierte en, ¿qué me está pidiendo ahora el amor?
No podemos protegernos de los sentimientos espontáneos que nos acosan, tanto cuando las cosas van bien como cuando van mal, y la mayoría de esos sentimientos nos tientan a alejarnos del amor. Por eso, cuando una depresión o una inflación nos tienta a alejarnos de lo mejor y más noble, la pregunta es: ¿qué me pide ahora el amor?

 

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