Causas de la homosexualidad: Temperamento (1º de 4)

27 de marzo de 2014

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¿Por qué esa resistencia a creer que nacemos con una identidad definida?
 
La homosexualidad no es un tema de orientación sexual, en la mayoría de los casos es un desorden de identidad, es por lo que hablo de reconstruir la identidad de la persona.
 
Parto de la constatación de que nacemos hombres o mujeres y que esa atracción que la persona experimenta a personas de su mismo sexo, no es lo que le hace ser hombre o mujer.
 
¿Por qué unas personas experimentan AMS y otras no?

El primer paso que doy cuando comienzo una terapia de cambio o reparativa es descubrir las causas que le conducen a experimentar AMS.

En el trabajo terapéutico no deja de llamarme la atención cómo una y otra vez se repite el mismo patrón, pero con diferentes “formatos” y observo que es de vital importancia que la persona con AMS conozca y entienda los motivos que le llevaron a la homosexualidad. Si no fuese así, sería difícil llegar hasta el final de la terapia, por tanto es esencial conocer el origen y las causas.
 
Son varias las causas que pueden llevar a una persona a la “confusión” o desorden de identidad y generalmente es la suma de algunas de ellas, las que conducen a la homosexualidad.

Quiero destacar posibles causas, aunque no son las únicas. En próximos artículos iré detallando las causas que ahora menciono, hoy me detendré en la primera:
 
  • * El temperamento
  • * Ausencia o débil vinculación con el padre
  • * Excesiva vinculación con la madre y/o sobre-protección. (En el caso de las niñas es a la inversa; excesiva vinculación con el padre, débil vinculación con la madre).
  • * La imagen que uno tiene de sí mismo/a
  • * La dinámica familiar
  • * Las relaciones sociales y de amistad
  • * El abuso sexual
Nacemos con un temperamento, con unas cualidades y una “impronta”. Nuestras experiencias y vivencias, el propio desarrollo personal va forjando nuestro carácter dando como resultado quienes somos ahora.

De la misma manera, nacemos con una identidad ya definida, hombre o mujer. Según vamos creciendo y a lo largo de las diferentes etapas del desarrollo personal se va consolidando la identidad del niño o de la niña.

El temperamento por definición es la constitución particular de cada individuo que determina su carácter. La persona con AMS tiene una característica que he visto plasmada en la mayoría de las personas que he tratado fuera o dentro de consulta y es su sensibilidad o hipersensibilidad.
 
Richard Cohen le llama a este rasgo “maldición-bendición”.

El niño/a desarrolla ya desde sus primeros años una “mirada profunda” ante la vida. Una gran sensibilidad ante cualquier estímulo que le lleva a ver, percibir, captar y sentir con mayor resonancia y profundidad todo lo que ocurre a su alrededor. Posee un sexto sentido que le hace ser más intuitivo y percibe con facilidad la belleza, pero también el dolor. Suele desarrollar cualidades artísticas como la música, el dibujo, el arte, se le da bien y de forma natural.
 
Un niño/a con este rasgo puede tener dificultades para gestionar toda esa riqueza que lleva dentro y puede sufrir en demasía las tensiones, el rechazo, la incomprensión o las discusiones. Si el niño/a tiene una naturaleza sumisa o tímida, tiende a conformarse y no defender lo propio ni expresar con claridad sus deseos.
 
Si la familia entiende sus sentimientos y comportamiento a veces exquisito y delicado, no tendrá problema en su desarrollo emocional-afectivo ya que se sentirá aceptado, comprendido y querido. Pero si por el contrario, nace en una familia donde no le entienden, se ríen de él o le tratan con rechazo e incomprensión, puede tener dificultades. Su desarrollo afectivo se puede alterar, empezar a sentirse diferente, "raro" y no encajar en su ambiente.
 
Cada niño nace con un temperamento diferente. El que tiene gran sensibilidad requiere más atención por parte de padres y educadores. Por tanto, necesita apoyo, contacto físico, atención y sobretodo sentirse valorado. Si estas necesidades no son satisfechas, le puede llevar a debilitar su autoestima en el futuro. Con esto no quiero decir que se le tenga que proteger ni mucho menos, ya que esto podría ser un obstáculo en su aprendizaje, madurez y toma de responsabilidades.
 
Quiero aclarar que no todos los niños/as hipersensibles son homosexuales, pero si es verdad que un porcentaje alto de personas homosexuales tienen una gran sensibilidad.
 
Según vayamos analizando las causas de la homosexualidad en próximos artículos nos iremos dando cuenta de que la homosexualidad no es una enfermedad, sino más bien un resultado de experiencias vividas desde muy temprana edad que han llevado a la persona a un “quiebre” de su identidad, provocando un daño en su desarrollo afectivo que requiere atención y trabajo. Es por ello, por lo que su “reconstrucción” es posible.
 
Si tienes preguntas, comentarios o estas interesado/a en la terapia puedes ponerte en contacto conmigo en: bloginfo.ams@gmail.com (dirección privada y confidencial).

 

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