Las 5 claves de la liberación

05 de septiembre de 2014

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¿Qué es lo que sucede, que mucho de nosotros tenemos dificultades para liberarnos de algunos pecados? Sin embargo nos confesamos, rezamos y estamos siempre a la espera de una liberación profunda. Recordemos que la liberación es un proceso que nos pide un camino serio vivido en la fe aferrándose firmemente a Jesús.

Les presento a continuación las 5 claves que son medios espirituales poderosos, con el fin de ayudarnos a liberar. Son claves en las cuales se encuentra la acogida del Sacramento del Perdón.
 
1ª Clave – El Arrepentimiento

Arrepentirse es una gracia del Espíritu Santo. Los Santos lloraban sus pecados. El arrepentimiento forma parte de una de las 3 condiciones para la validez del Sacramento del Perdón.

Las dos otras condiciones son  la confesión y luego la decisión de no volver a hacerlo.

Para comprender mejor el sentido, los remito al Catecismo de la Iglesia Católica, en la sección sobre el Sacramento del Perdón. Es fácil confesarse sin tener un arrepentimiento real.
 
2ª Clave – El Perdón

¿Cómo ser realmente liberado si yo no perdono de todo corazón a la persona que me ha herido? Yo no soy capaz. Hago la siguiente plegaria:

“Señor, no soy capaz de perdonar, te doy el permiso de perdonar a través de mi”. Yo también debo aceptar el perdón de Dios y perdonarme a mí mismo con la Gracia que Dios quiere darme.

Es importante decir durante este proceso, “con tu Gracias Jesús, yo perdono a: (nombre de la persona), anulo su deuda conmigo. Yo me perdono y mi mismo. También me arrepiento y de disocio de las faltas de perdón de mis antepasados. Renuncio a todo espíritu maligno que haya venido a mí.

Padre del Cielo, que tu amor penetre profundamente en mi para librarme de mi dolor y de mi prisión y que me transforme en un instrumento de amor para los demás.”
 
3ª Clave – La Renuncia

Para ser verdaderamente libre, debo aprender a practicar la Renuncia al mal, al pecado. Esta renuncia debe ser además precisa.

Yo renuncio a un pecado, a un lugar o a una persona que me hace caer en el pecado; a relaciones sexuales fuera del matrimonio que han creado lazos físicos y espirituales, los que podemos también llamar lazos del alma. En lo que respecta a estas relaciones, puedo orar de la siguiente manera:

“En el nombre de Jesús, yo renuncio a cada lazo físico y espiritual formados por relaciones sexuales con (nombre de una pareja sexual), yo lo rompo y retomo lo que le he dado a él/ella con mi consentimiento.”

Esta misma oración se hace para cada pareja sexual.

Para aquellas personas que han sido abusada sexualmente:

“En el nombre de Jesús, yo renuncio y rompo cada lazo físico y espiritual formado por relaciones sexuales con (nombre del abusador) y yo retomo lo que se me ha quitado (por la violación o el incesto o el acoso). Esta misma oración por cada agresor sexual.
 
4ª Clave – Ordenar al enemigo

Debo recordar que con el poder de mi bautismo, de mi profesión de fe, recibí una autoridad de fé.  En el Evangelio según San Marcos 16, 17-18: ahí están los signos que acompañaran a aquellos que han creído en mi nombre, ellos expulsaran los malos espíritus, ellos sanaran a los enfermos. En el momento de la Confirmación, renunciamos al pecado y a Satanás quien es el autor del pecado. En el Mandamiento yo digo: En el nombre de Jesús, rompo la dependencia a todos los malos espíritus a los cuales me he atado por el pecado y les ordeno dejarme inmediatamente (guardar un momento de silencio en la  oración  para acoger lo que está pasando en mí)
 
5ª Clave – La bendición

Después de haber liberado la casa de su corazón a través de las diferentes Claves, tenemos que llenarlo con el Espíritu Santo. Invito al Espíritu Santo a llenar mi corazón.  Voy a confesarme con un Sacerdote con el fin de permitir a la Sangre de Jesús cerrar las puertas a los pecados. Me comprometo a una práctica regular de los Sacramentos del Perdón y de la Eucaristía. El rezo del Rosario diario es también un ejercicio aconsejado por la Virgen María y por la Iglesia. Podemos agregar el ayuno. También oraciones de liberación y de sanación pueden hacerse regularmente. Es el trabajo diario de todo Cristiano,  el de proteger la casa de su corazón, pues como dice San Lucas 11, 24-26: Cuando el espíritu inmundo sale del hombre……. (Rf. Para liberarse y sanar. Consejos, oraciones de liberación y sanación – Padre Ghislain Roy.


 

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