Investigadores de la Universidad de Harvard lo prueban

Asistir a misa es "un buen remedio" para prevenir la depresión y el suicidio. Nuevo estudio lo confirma

01 de julio de 2016

"La religión y la espiritualidad podría estar siendo un recurso poco apreciado, que psiquiatras y médicos deberían explorar con sus pacientes, según el caso", concluye la investigación

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Quienes asisten a servicios religiosos, al menos una vez a la semana, tienen menos riesgo de suicidio, comparados con quienes no asisten a ellos o lo hacen con una frecuencia distanciada en el tiempo. Es la conclusión de un estudio aplicado a una muestra de 89.708 mujeres en Estados Unidos, liderado por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad Harvard y publicado este 29 de junio en la revista de ciencias  JAMA Psychiatry.

Los resultados sugieren que asistir a servicios religiosos comunitarios –como una misa por ejemplo- es un factor más protector que vivir una espiritualidad en solitario, señala Tyler VanderWeele (imagen a la derecha), profesor de epidemiología en la Universidad de Harvard, quien lideró la investigación. "Entre los beneficios… participar de los servicios religiosos incrementa el apoyo social, disminuye la depresión y ayuda a las personas a desarrollar una perspectiva más optimista o de esperanza en la vida", precisó el investigador al portal de noticias de la Universidad de Harvard.

La fe en Cristo, determinante

Los investigadores confirman que en comparación con quienes nunca asisten a servicios religiosos o lo hacen muy poco, quienes por ejemplo acudieron a misa a lo menos una vez por semana, tuvieron un riesgo cinco veces menor de cometer suicidio durante el período de estudio.

La mayoría de las personas en seguimiento desde el año 1996 (hasta 2010), eran católicas o protestantes. De ellas, 17.028 asistieron más de una vez por semana, 36.488 fueron una vez por semana, 14.548 acudieron menos de una vez por semana y 21.644 nunca participaron de algún servicio religioso.
Los autores señalaron que su estudio utilizó datos de observación y lo declarado por las personas que participaron del estudio y no consideraron factores emocionales como la impulsividad o sentimientos de desesperanza.

Aunque no pretenden –precisan- que los proveedores de salud deban recetar la asistencia a determinados servicios religiosos, el estudio permite afirmar que… “La religión y la espiritualidad podría estar siendo un recurso poco apreciado, que psiquiatras y médicos podrían explorar con sus pacientes, según el caso", concluye la investigación.

Mejores resultados con la eucaristía

Este nuevo estudio se hace público solo dos meses después de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, documentaron una significativa alza en la tasa de suicidios en los Estados Unidos entre 1994 y 2014. Aumento del suicidio tanto en hombres como mujeres y en todos los grupos de edad desde los 10 a los 74 años. Aunque las mujeres siguen siendo mucho menos propensas que los hombres a cometer suicidio, los CDC descubrieron que la brecha se acorta. Desde 1999 a 2014 la tasa de suicidio creció un 80% en las mujeres entre 45 y 64 años, edad en que ellas son más propensas a suicidarse.
El Dr. Aaron Kheriaty, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de California en Irvine -quien no formó parte del equipo investigador-,  valoró el estudio de Harvard. Estos hallazgos, comenta, refuerzan la certeza del vínculo entre la práctica religiosa y la salud mental, explorado por el sociólogo Emile Durkheim ya en 1897.
 
Kheriaty, quien es co-autor del libro  “The Catholic Guide to Depression,”, destacó en declaraciones al diario Los Angeles Times que las cifras de los investigadores de Harvard muestran los mejores resultados (menor tasa de suicidio) en quienes se declaran católicos que asisten a la Eucaristía… "Convicciones y prácticas religiosas pueden ayudar a las personas a fomentar  un sentido de esperanza, aun en medio de grandes crisis o adversidades", prosiguió reflexionando Kheriaty. "La fe religiosa puede ayudar a las personas a encontrar un sentido -de significado y propósito-, incluso en el sufrimiento", añadió.
La sanación -señala Aaron Kheriaty en la presentación de su referido libro- llega “sólo cuando integramos los descubrimientos legítimos de la psicología moderna y la farmacología con la dirección espiritual y los sacramentos; prestando especial atención a la sabiduría de los Padres de la Iglesia y de los santos”.


 

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