¿Te ofrecerías a reparar por los pecados de otros? Un niño de 9 años lo hizo y su ejemplo inspira una cruzada mundial

22 de marzo de 2019

Si eres católico, este 4 de abril tienes una gran oportunidad de liberar cautivos, de convertirte, de traer paz al mundo y en especial de consolar a Dios con tu amor…

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Francisco nació y transitó sus escasos 11 años de vida en Aljustrel, pequeño poblado portugués enclavado en una serranía de suaves colinas salpicadas de alcornoques, olivos y vides. En aquellos años, los humildes habitantes del lugar sobrevivían siendo pastores de ovejas; amén de algunas escazas frutas y hortalizas que lograban cultivar en esas tierras, donde las vertientes de agua solían secarse en verano.
 
Europa por entonces -ad portas de generar la guerra mundial- se tensionaba de violencia. En Portugal la monarquía caía justo cuando Francisco cumplía dos años de edad (1910) y, entonces, bajo control de enfervorizados republicanos y francmasones, ciegos de su odio ideológico, el gobierno portugués perseguía con saña al cristianismo, sembrando el ateísmo en las masas. Saqueaban y quemaban las iglesias, se denostaba públicamente al catolicismo encarcelando y asesinando a muchos sacerdotes. Con soberbia el gobernante y uno de los ideólogos de esta persecución, Alfonso Costa, decía: “Gracias a estas leyes de separación (leyes anticlericales), en dos generaciones, el catolicismo será completamente eliminado de Portugal”.
 
Dios interviene en la historia de la humanidad
 
Sin embargo, Dios intervendría de forma extraordinaria en la historia de la humanidad, permitiendo a la Santísima Virgen María reafirmar una hoja de ruta para enfrentar el mal, reparar y lograr la salvación de muchos. Todo ello ocurriría al estilo habitual de Dios… a través de los humildes. Francisco, siendo apenas un niño de 10 años, sería uno de los tres mensajeros elegidos.
 
Era el sexto de siete hijos y junto a su hermana Jacinta cuidaban del rebaño de ovejas familiar guiándolo a los mejores pastos que se encontraban entre su aldea y la Cova da Iria (Cueva de Iria), a unos tres kilómetros. Lo que allí sucedió es hoy mundialmente conocido… se resume en tres poderosas palabras con ecos de eternidad: “Virgen de Fátima”.
 
Diversos historiadores y la propia Lucía dos Santos -una de las tres videntes y que sobrevivió a Francisco- relata en sus Memorias detalles que permiten comprender el impacto que provocó en el niño cuando la Santísima Virgen María les hizo ver el infierno, contemplar allí las “pobres almas” sufrientes. Tras las apariciones lo definen como “un contemplativo” conmovido sabiendo -según les había dicho la Virgen- que “Nuestro Señor” sufría “por causa de tantos pecados”, dice Lucía.
 
Un niño santo
 

Desde la primera aparición el niño destacó en cumplir lo que la Virgen les había indicado como hoja de ruta para enfrentar el mal, reparar y lograr la salvación de muchos: Rezaba el rosario varias veces al día de preferencia a solas, contemplando la naturaleza; ofreciendo también sin quejarse cuanto sacrificio y privación corporal o espiritual le era posible -según indicó la Virgen- “por la conversión de los pecadores y en desagravio por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”. De hecho, se esmeró en ello mientras estuvo enfermo de neumonía hasta que falleció.
 
El mayor gozo de este santo niño era “pensar a Dios, en lo triste que estaba” y anhelando poder “consolar a Nuestro Señor” -según decía él mismo, relata Lucía en sus Memorias- acudía con frecuencia ante el Santísimo –“Jesús escondido”, decía él- para acompañarlo, adorarlo, manifestarle su amor.
 
Este 4 de abril se cumplen cien años desde el fallecimiento de San Francisco Marto y es una ocasión predilecta para unirse a este niño santo en el desafío que la Virgen a través de él, de Jacinta y Lucía encomendó a todos los creyentes. Es lo que proponen desde la iniciativa “Mater Fátima” (ver video al final).
 
Hoy, tal como ocurrió durante la infancia de Francisco, el mundo se tensiona por la violencia, por las injusticias, se persigue a los cristianos, se hostiga las verdades de la fe, se ofende a Dios sin descanso.  Por ello este 4 de abril desde la Parroquia de Fátima, junto con Santuarios Marianos de todo el mundo, se convoca a que todos los creyentes den un Sí a Dios como el de María, uniéndose ese día a… rezar el Rosario en Adoración Eucarística y finalizando con la Oración de Consagración al Inmaculado Corazón de María.
 
Más detalles de esta convocatoria mundial...




 

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