Milagro de esperanza para el mundo: ¡La sangre de San Gennaro mártir del año 305 D.C. se ha vuelto líquida!

02 de mayo de 2020

Los científicos reconocen que la ciencia no tiene cómo explicar por qué el polvo se vuelve sangre un día determinado y luego de nuevo polvo.

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Debido a la emergencia por el Covid 19 este año los habitantes de Nápoles no pudieron acudir al templo, como hacen cada año para elevar sus oraciones al cielo pidiendo ocurra una vez más el milagro que es un signo de esperanza para el mundo.
 
Sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías este 2 de mayo a las 19 horas millones de personas han podido ser testigos en directo, del milagro: ¡la sangre de San Gennaro se ha vuelto líquida! Active el video siguiente para ver el milagro y reciba la bendición (minuto 61 a 63 de la grabación)...





En efecto, la sangre de San Gennaro, mártir alrededor del año 305 D.C. durante la persecución de Diocleciano a los cristianos, obispo de Benevento, conservada en dos pequeñas ampollas de cristal selladas en un relicario de metal, experimenta la licuefacción (se hace líquida). Ocurre cada año en tres ocasiones relacionadas con el santo: la traslación de los restos a Nápoles, (el sábado anterior al primer domingo de Mayo); la fiesta del santo (19 de septiembre) y el 16 de diciembre, fecha del aniversario de la erupción del Vesubio en 1631, que se calmó con las oraciones de los creyentes a San Genaro.
 
La opinión de la ciencia



Giuseppe Gherazi, profesor de la facultad de biología de la Universidad de Nápoles, tras cuatro años de investigaciones y una serie de análisis espectrales, llegó a la conclusión de que la substancia en  la ampolla es sangre verdadera.

En cuanto a la historia de la reliquia, el primer dato lo dio un cronista medieval -Chronicom siculum-, quien el 17 de agosto de 1398 describió con estupor el fenómeno singular de la licuefacción de la sangre.
 
Entre los elementos positivamente ciertos en relación con esta reliquia, figuran los siguientes:
 
1.      La substancia oscura que se dice es la sangre de San Gennaro -la que, desde hace más de 300 años permanece herméticamente encerrada dentro del recipiente de cristal que está sujeta y sellada por el armazón metálico del relicario- no ocupa siempre el mismo volumen dentro del recipiente que la contiene. Algunas veces, la masa dura y negra ha llenado casi por completo el recipiente y, en otras ocasiones, ha dejado vacío un espacio equivalente a más de una tercera parte de su tamaño.

2.      Al mismo tiempo que se produce esta variación en el volumen, se registra una variante en el peso que, en los últimos años, ha sido verificada en una balanza rigurosamente precisa. Entre el peso máximo y el mínimo se ha llegado a registrar una diferencia de hasta 27 gramos.

3.      El tiempo más o menos rápido en que se produce la licuefacción, no parece estar vinculado con la temperatura ambiente. Hubo ocasiones en que la atmósfera tenía una temperatura media de más de 30° centígrados y transcurrieron dos horas antes de que se observaran signos de licuefacción. Por otra parte, en temperaturas de 5° a 8° centígrados más bajas, la completa licuefacción se produjo en un lapso de 10 a 15 minutos.

4.      No siempre tiene lugar la licuefacción de la misma manera. Se han registrado casos en que el contenido líquido burbujea, se agita y adquiere un color carmesí muy vivo, en otras oportunidades, su color es opaco y su consistencia pastosa.
 
 

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