Doble realidad de mal, en la ley y su aplicación

Por no matar a una residente, juez multa a Hogar de Ancianos Católico

29 de julio de 2016

Podemos vivir sin eutanasia, para morir cuando sea el momento. Se requieren extremar las garantías de dignidad, para que se proteja la vida desde su concepción, desarrollo y hasta la muerte natural.

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En Bélgica una corte de justicia  multó a un hogar de ancianos católico, después de que se negara a practicar la eutanasia a una de sus residentes.

Los hechos –según informa la cadena de noticias WND-, ocurrieron en Diest (Bélgica) cuando la paciente de 74 años de edad, Mariette Buntjens estuvo de acuerdo con su médico en que debía ser sacrificada mediante una inyección letal, debido a que sufría un cáncer de pulmón.

La casa de reposo de San Agustín, donde Mariette vivía, se negó a practicarle la eutanasia debido a su misión e identidad católica, según señala el informe judicial. Debido a esta decisión la anciana Mariette Buntjens fue trasladada por sus familiares a una dirección privada, donde la mataron.

Tres mil euros por negarse a matar

El diario Catholic News Herald informó luego que su familia demandó a la casa de reposo Católica por causar "sufrimiento mental y físico innecesario" a Mariette. El reporte del Herald informa lo que luego sucedió judicialmente y cómo esta sentencia dicta precedentes que afectarán a otras instalaciones médicas católicas, a menos que se incorporen nuevas salvaguardas legales:

“Un tribunal civil en Lovaina confirmó la denuncia e impuso una multa de 3 mil euros al Hogar, ordenándole cancelar una compensación de 1.000 euros para cada uno de los tres hijos mayores de edad de la señora Buntjens”.
 
La sentencia podría significar el cierre de decenas de Hogares-enfermería católicos en Bélgica porque la iglesia ha declarado explícitamente que "bajo ninguna circunstancia" permitirá la eutanasia.

Similar situación enfrenta la Iglesia en otros países donde la eutanasia y el aborto han sido legalizados e impuestos para ser ejecutados incluso en Hogares, Clínicas y Hospitales católicos.
 
Bélgica legalizó la eutanasia en 2003. Según el informe, en 2015 hubo 2.021 muertes por eutanasia de enfermos mentales y discapacitados. El nuevo caso, sin duda, no sólo hace evidente un conflicto para la Iglesia Católica, sino que habla también del respeto que tienen en Bélgica las leyes y los jueces por la santidad de la vida humana.
 
Se violan las garantías sobre el cuidado de la vida
 
La Baronesa Finlay, profesora de medicina paliativa en la Universidad de Cardiff, del Reino Unido, advirtió recientemente contra la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido en Inglaterra y otras partes del mundo, advirtiendo que allí donde han aceptado estos procedimientos, las muertes han aumentado drásticamente.
 
Finlay apuntó a las estadísticas de 2014 y 2015 en Oregon, donde el suicidio recetado por el médico aumentó en un 80% desde que es legal. También se refirió a las estadísticas en los Países Bajos, donde una de cada 26 muertes el año pasado fue por eutanasia.

La eutanasia es una pendiente resbaladiza afirma el parlamentario británico Robert Flello. Una vez que se legaliza, señala, la relación médico-paciente se altera drásticamente, y la curación de la paciente ya no es una prioridad para los médicos. La ética de los médicos y otro personal médico que se oponen a la muerte de los pacientes ya no son considerados, como es evidente en Bélgica.

 

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