Médico confirma "milagro" por mediación de "La Morenita", Nuestra Señora de Guadalupe

21 de diciembre de 2018

"Hubo mucha cadena de oración, siento que eso fue lo que hizo que yo pudiera salir adelante"

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Cuando los doctores le dijeron a Francisco Rivera que su hija tenía muy pocas probabilidades de vivir, nunca perdió la fe en Dios ni en la Virgen de Guadalupe.
 
Giovana Rivera, que entonces tenía 19 años, llevaba tres semanas en coma en la sala de terapia intensiva del Hospital General La Raza, de la Ciudad de México, y la tuberculosis intestinal que padecía había invadido todo su cuerpo.
 
Francisco salió del hospital para hacer compras y, asegura que, aunque no era su intención, llegó hasta la Basílica de Guadalupe. Entró y encontró a un sacerdote a quien le pidió que le enseñara a orar, según informa Desde La Fe, el semanario de la Arquidiócesis de Ciudad de México. “Yo no sabía que era monseñor Jorge Palencia, canónigo de la Basílica”, dice Francisco y prosigue narrando: “Me llevó a la puerta del Camerín de la Virgen y me dijo que le explicara mi situación, luego me llevó a los pies de la imagen, junto al altar. Al terminar, me dijo: «tu hija ya sanó, ve a verla y ponle el rosario en la mano»”.
 
Francisco volvió al hospital y se encontró con su esposa Ofelia. “Me pidió que le llevara el rosario y yo le dije que se lo diera él, que ella había despertado desde hacía 15 minutos. Fue un milagro”, cuenta la madre de Giovana.
 
El pasado 25 de noviembre, 12 años después, algunos de los protagonistas de esta historia se reunieron en la Basílica de Guadalupe para recordar y celebrar los 30 años del grupo de ‘concheritos’ (danzantes) de Xochitepec, que Francisco dirige y en el que Giovana baila.
 
“Hubo mucha cadena de oración, siento que eso fue lo que hizo que yo pudiera salir adelante”, recuerda Giovana (imagen adjunta), quien ha podido seguir su vida de forma normal.
 

En la Misa estuvieron presentes tres de los doctores que la atendieron: Carlos Cano, infectólogo en el Hospital La Raza; Esteban Ortega, médico familiar; y Miguel Ángel Colín, cirujano. Todos ellos coinciden en que hubo una intervención divina.
 
“Había tuberculosis a todos los niveles. Lo peor fue cuando invadió el cerebro y meninges. Se dice que cuando una infección, cualquiera que sea, invade el sistema nervioso central y meninges, ya no sale. Gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe ella salió adelante. En lo personal yo sí creo en un milagro”, dijo el doctor Ortega.

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