Cardenal Sean reitera deber de los católicos: "Tolerancia cero" con el abuso en la Iglesia y la sociedad civil

10 de abril de 2021

El cardenal Sean O´Malley exhorta al compromiso de todos "aplicando lo que hemos aprendido de los trágicos casos del pasado para formular un camino claro para la prevención y la creación de entornos seguros para nuestros menores y adultos vulnerables".

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En una conferencia virtual organizada por la Universidad de Harvard en colaboración con el Vaticano y otras entidades de Estados Unidos, el cardenal Seán O'Malley instó a los líderes religiosos del mundo a estar atentos para prevenir los abusos sexuales a menores y apoyar a los supervivientes en su proceso de sanación.
 
"Todos tenemos la obligación moral y legal de proporcionar, de la mejor manera posible, protección y cuidado a las personas a las que servimos; especialmente a los menores, a los jóvenes, a los adultos vulnerables en todos los grupos religiosos, cívicos y sociales, y las personas a las que servimos esperan, con razón, esa protección", dijo el cardenal Sean, arzobispo de Boston el pasado 8 de abril en la apertura de un simposio de tres días.



El simposio en línea, "Fe y florecimiento: estrategias para prevenir y curar el abuso sexual infantil", celebrado del 8 al 10 de abril, tuvo como objetivo poner en contacto a los supervivientes de los abusos, los profesionales de la salud, los defensores del bienestar infantil, los responsables políticos y los líderes religiosos de diferentes tradiciones. "Debemos estar atentos para apoyar a los supervivientes y a sus seres queridos en el camino hacia la sanación", reiteró el cardenal Sean.


 
Entre los objetivos del evento figura establecer el 8 de abril como Día Mundial para la Prevención, Sanación y Justicia de los Abusos Sexuales a Menores. "Los participantes en este simposio, en particular los procedentes de las universidades de Harvard y de la Universidad Católica de América, son profesionales comprometidos en corregir las injusticias del pasado, así como defensores consagrados de la salvaguardia de los menores y de los adultos vulnerables", dijo el cardenal, y añadió:  "Muchos trabajan incansablemente para promover la transparencia, la responsabilidad y la tolerancia cero en la Iglesia católica y la sociedad civil, aplicando lo que hemos aprendido de los trágicos casos del pasado para formular un camino claro para la prevención y la creación de entornos seguros para nuestros menores y adultos vulnerables."
 
El cardenal Sean O'Malley dirige la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores creada por el Papa Francisco, que ha copatrocinado el simposio, junto con el Centro para la Protección de la Infancia de la Pontificia Universidad Gregoriana, SNAP, Islamic Relief USA, la Junta de Rabinos de Nueva York, el Consejo Mundial de Iglesias y una docena de organizaciones más.


 
El Papa Francisco envió un breve mensaje a los participantes en la conferencia donde expresaba su esperanza de que el simposio "contribuya a una mayor conciencia de la gravedad y el alcance de los abusos sexuales a menores con el fin de promover una cooperación más eficaz en todos los niveles de la sociedad para erradicar este profundo mal."
 
En su discurso de apertura, el cardenal Sean afirmó que la " calamidad del abuso sexual" es una "terrible y devastadora violación de la dignidad humana. Quiero reconocer y agradecer a todas las víctimas supervivientes que siguen presentándose para compartir sus historias. Es gracias a vuestra valentía que la protección de los niños, los jóvenes y los adultos vulnerables y los programas de asistencia a las víctimas se están convirtiendo en componentes centrales en todas las facetas de nuestras vidas, pero -como deja claro el programa de este simposio- aún queda mucho trabajo por hacer", señaló el cardenal arzobispo de Boston.
 
Al discurso del cardenal Sean O'Malley le siguieron los comentarios de la reina Silvia de Suecia y del premio Nobel de la Paz 2018, el doctor Denis Mukwege, que también compartieron mensajes en la jornada inaugural del foro virtual. Asimismo, el cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, habló en el segundo día del simposio sobre el papel de los líderes religiosos en la prevención y curación de los abusos. Compartió una historia personal de un momento en el que se reunió con un superviviente de abusos sexuales a menores cuando era obispo de una "diócesis pequeña y mayoritariamente rural" hace casi 20 años. "La valentía de ese superviviente me obligó a ser adulto de una manera que nunca había experimentado", dijo.


 
A continuación, comentó el ministerio de la archidiócesis de Chicago para ayudar a las víctimas de abusos a sanar, establecido por el difunto cardenal Joseph Bernardin, y la oficina de formación de entornos seguros de la archidiócesis. "Al igual que el cardenal Bernardin y yo, el Papa Francisco está motivado en asumir el trabajo de hacer reformas importantes en gran parte por sus reuniones con los sobrevivientes que valientemente comparten sus historias y su profundo dolor", dijo el cardenal Cupich, destacando que: "Por su propia convicción, él (Papa Francisco) ha aprendido mucho de esos encuentros. Ha sido categórico a la hora de destituir a cardenales y obispos -laicizando a algunos- por su mala conducta y destituyendo a obispos por su mala gestión de los casos."
 
"El Papa Francisco quiere que todos los líderes de la Iglesia no sólo tengan una plena comprensión del impacto devastador que el abuso sexual clerical tiene en los sobrevivientes, sino que también asuman la responsabilidad a nivel nacional, regional, diocesano y parroquial para abordar eficazmente este problema de una manera que mantenga a todos los niños seguros”, finalizó el cardenal Cupich.
 
 

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