Seres humanos son salvados del aborto con tecnología de vanguardia

22 de septiembre de 2017

"Nuestra misión es lograr que el aborto sea algo impensable y no esté disponible"

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En aquellas comunidades o países donde la legislación autoriza y facilita el aborto, es habitual encontrar grupos organizados de personas, que generan y sostienen diversos programas de acompañamiento a mujeres que viven embarazos vulnerables. Asimismo se coordinan para difundir en las afueras de los recintos donde se practican abortos esta u otras alternativas, que intentan proteger la vida del ser humano no nacido.
 
En Estados Unidos, desde que en 1973 se inició la permisividad legal para abortar, las estadísticas oficiales -citadas por LifeNews a comienzos del año 2016- informan de 58,5 millones de seres humanos asesinados mediante diversas técnicas de aborto. Vale decir un promedio de 3.700 abortos por día.

La receta del sembrador

Consciente de esta realidad, hace siete años Brian Fisher fundó The Human Coalition, para ofrecer una innovadora iniciativa que busca tomar contacto directo y rápido con toda mujer que potencialmente estuviere considerando abortar; entregándole información eficiente para persuadirla de no hacerlo y opte por alternativas que aseguren la vida del ser humano que lleva en su vientre. La innovación de Fisher utiliza las nuevas tecnologías, técnicas de mercadotecnia, bases de información, medición  y cruce de datos.
 
"Nuestra misión es lograr que el aborto sea algo impensable y no esté disponible", afirma Fisher al National Catholic Register. "Lo hacemos llegando anualmente a 1,2 millones de mujeres que -considerando el aborto- buscan terminar sus embarazos", puntualizó.
 
Cristo en todo
 
Pero, ¿por qué se arriesgaría en este desafío un padre de dos hijos, que ya tenía una destacada posición siendo jefe de operaciones tecnológicas en una firma de investigación de mercadotecnia?
 
Su fe en Cristo no era una experiencia disgregada, sino que determina todo en su vida, cuenta Fisher. Así las cosas, de forma espontánea algo íntimo -inexplicable- le llamaba a tener siempre presente la realidad brutal del aborto: Madres que deciden matar a sus hijos, seres humanos asesinados por decisión de sus madres.
 
Hacia fines del año 2009 puso en práctica la estrategia, probándola sólo con usuarios de la web que provenían del área de Pittsburgh (USA). En colaboración con un centro de acompañamiento a mujeres embarazadas de esa misma ciudad, experimentó con una variedad de términos de búsqueda en Internet normalmente utilizados por mujeres que están buscando abortar. La herramienta tecnológica de Fisher, permitía que cuando los usuarios de la web escribían palabras como "aborto libre", “píldora del día después” o buscaban un proveedor de aborto en la zona, el anuncio de la clínica pro-vida se les ofrecía como uno de los resultados de búsqueda.

Siervo de Dios

Fisher temía que la estrategia no funcionara. Pero el 22 de junio de 2010, le confirmaron que una joven embarazada que estaba pensando en abortar, había pulsado el anuncio preparado por Fisher y –tras ser apoyada desde el citado centro- decidió rechazar el aborto y tener a su hijo. Al saber esta buena noticia… "me conmoví y lloré, lo cual no es habitual para un empresario alemán, pragmático, como yo… Comprendí que Dios me había llamado... En ese instante de ser alguien muy reacio, comencé a creer que podemos y debemos poner fin al aborto", confidencia Fisher.
 
El pasado 22 de marzo ya con miles de bebés salvados del aborto desde 2010 hasta hoy, Fisher dictó la conferencia "Rescatando a las madres y sus niños del aborto usando tecnología de vanguardia y metadatos", en la sede del Family Research Council’s en Northwest DC. Su fundación, Human Coalition, es una de las organizaciones sin fines de lucro más destacadas en la defensa y cuidado de la vida en Estados Unidos; con siete clínicas en cuatro ciudades: Atlanta, Dallas, Pittsburgh y Raleigh, Carolina del Norte; y una red de 35 centros adicionales que colaboran en la misión, un personal a tiempo completo de 110 miembros y un presupuesto anual cercano a los 10 millones de dólares.

Brian Fisher y su equipo están abiertos a transferir su experiencia a otras organizaciones que en el mundo se interesen por replicar esta estrategia que salva vidas humanas, dejando así en evidencia al aborto como un negocio de muerte y barbarie.

 

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