Damien y Mary ex adictos a la heroína: "El amor y la fe nos dieron la fuerza para tomar un mejor camino"

07 de septiembre de 2018

No hay médicos, psicoterapeutas o consejeros que les ayuden a superar su adicción. Solo ellos -cada uno consigo mismo y apoyándose unos a otros-, su fe y Dios…

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En su última visita a Irlanda y como parte de las actividades del Encuentro Mundial de la Familia, el Papa Francisco se reunió con 82.500 personas -según informaron medios locales- en el Croke Park Stadium de Dublín.
 
A lo largo del encuentro, miembros de diferentes familias, de todo el mundo, dieron testimonio público de su experiencia de Dios. Entre ellos atrajo la atención del Pontífice el matrimonio formado por Mary y Damien Richardson, padres de 10 hijos y residentes en un pequeño pueblo llamado Ashbourne, del condado de Derbyshire (Inglaterra).
 
Ambos tenían un historial de adicción a las drogas. Damien relató en pocas palabras el proceso de sanación que comenzó a vivir cuando conoció en Medjugorje a los jóvenes del “Cenacolo”, iniciativa católica a la que se unió ingresando a la Comunidad del movimiento en las cercanías del Santuario de Knock, Irlanda (Our Lady Of Knock House, Knock, Co. Mayo).
 
“Ustedes experimentaron el poder del amor de Dios que cambió sus vidas completamente y los bendijo con el gozo de una hermosa familia” reflexionó el Vicario de Cristo luego de escuchar el relato de los Richardson.
 
Es que la experiencia vivida por Demian, y todos quienes ingresan a la Comunidad del Cenacolo, fundada en 1983 por la religiosa italiana Elvira Petrozzi, los enfrenta a la verdad de su historia. No hay médicos, psicoterapeutas o consejeros que les ayuden a superar su adicción.  Solo ellos -cada uno consigo mismo y apoyándose unos a otros-, su fe y Dios, relató Damien en RTÉ Radio 1 de Irlanda.
 

 
La propuesta es incorporarse a un grupo de hombres o mujeres, con una historia similar de adicciones, optando por vivir en comunidad, al estilo monástico, durante 3 a 5 años.  Es una vida sencilla y donde se cultivan valores, hábitos y en especial la humildad. Para subsistir dependen únicamente de sus cultivos y "la divina providencia", que se expresa en lo que la gente libremente -sin que lo pidan- les da. Trabajan y rezan todo el día.  No son monjes, sino adictos que se abandonan en fe a la voluntad de Dios. La oración, mucha oración, todo tiempo en oración, es la clave.
 
En su testimonio durante el Festival de las Familias (Dublin) Damien  agradeció al Papa por “escuchar nuestra historia” (pulse para ver video) y destacó que “aunque éramos adictos a las drogas, el amor y la fe nos dieron la fuerza como una pareja casada para tomar un mejor camino”.
 
En su opinión, “el matrimonio y la familia no son algo fácil pero hoy tenemos estos hijos maravillosos y hay mucho amor y alegría en nuestras vidas. Todos los días le doy gracias a Dios por la ayuda que nos ha dado (…) Espero que otras familias que luchan como nosotros obtengan la fuerza del otro y de su fe. Gracias Santo Padre, lo queremos mucho y bienvenido a Dublín, ¡la mejor ciudad del mundo!”, concluyó.

 

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