Corredor de bolsa enfrentó el cáncer aferrado a la fe: "Mi quimioterapia es la Eucaristía diaria"

24 de septiembre de 2018

Abrió su corazón a Dios y clamó a la Virgen María por "una nueva oportunidad en la vida y más tiempo para amar".

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Mario Ospina Melo es corredor de bolsa y administrador de empresas de profesión, bogotano, con 45 años, sobreviviente de cáncer en el estómago, el esófago y el hígado. Mario revela en una entrevista (ver video al final) publicada por el portal de noticias de la Arquidiócesis de Bogotá (Colombia), que pidió a Dios y a la Virgen María una oportunidad para seguir viviendo y poder reparar, amar y servir al prójimo. Su petición, destaca el portal católico, fue escuchada.
 
Ospina relata los detallas de esta experiencia transformadora en su libro “Ahora o Nunca”, testimonio de un enfermo de cáncer, que lanzó oficialmente en la pasada feria del libro, Filbo 2018, patrocinado por editorial Paulinas.

Fue en plena juventud, a sus 23 años, y cuando se focalizaba en consolidar una carrera profesional exitosa, cuando apareció su primer tumor cancerígeno en el estómago. Estando cerca de la muerte, recuerda Mario, decidió refugiarse emocionalmente de su enfermedad poniendo mayor empeño en el trabajo, viajar y permitirse placeres.

Finalmente, el cáncer hizo metástasis y comprometió otros órganos de su cuerpo. En medio del dolor, un día, con su orgullo vencido, tomó conciencia de que solo con sus fuerzas humanas no podía seguir; la muerte estaba cerca y sentía vacío en su interior. Abrió entonces su corazón a Dios y clamó a la Virgen María por “una nueva oportunidad en la vida y más tiempo para amar”, recuerda.

El amor de la Virgen María

“Mario, la Virgen te quiere mucho. Todo resultó mejor de lo esperado”, recuerda que le dijo su médico tras la última cirugía, la número 20, el 12 de octubre de 2012. “Ese día volví a nacer”, confidencia.

Mario no era un hombre piadoso y con sencillez hoy lo relata al testimoniar los encuentros extraordinarios que desde su primera operación tuvo con la Santísima Virgen María. Así por ejemplo aquél sueño cuando le dijo que todo iba a estar bien... “Mi Madre hermosa del cielo, que siempre se presenta para decirme que no estoy solo, que me cuida y me acompaña… La Virgen de Guadalupe”.
 
Y la mediación prometida por la Virgen se cumplió. Así lo cree Mario quien a través de diversas circunstancias y personas, dice, comenzó a fortalecerse en la fe, abandonándose a la voluntad de Dios, sintiéndose unido a Cristo y consagrándose al Corazón Inmaculado de la Virgen María.

Ya lleva 22 años con esta enfermedad y aún sigue con las quimioterapias, pero su estilo de vida dio un giro de 180 grados. Vive, respira, labora y entrega su existencia solo al Creador. “Mi mejor quimioterapia diaria es asistir a la Sagrada Eucaristía y comulgar todos los días”, afirma Mario.

Dios es su norte y ganar el cielo, su mayor apuesta afirma Mario Ospina en la siguiente entrevista registrada en video donde alienta a mantenerse firmes en la fe:




 

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