Una mujer en Colombia propone "penitencia por amor", para sanar heridas desde el vientre materno

24 de abril de 2020

"No tienes que hacer absolutamente nada extraordinario, solo ir a la iglesia, buscar a Dios, buscar a la Madre de Dios".

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Jeanet Martínez es una orientadora familiar colombiana, quien hace 27 años inició un camino de conversión y servicio a Dios en el prójimo. Salvar almas, salvar vidas, es su pasión. Y para todos propone un camino que ella misma ha recorrido: Penitencia, por amor.
 
Durante el diálogo con Portaluz recuerda cómo en su vida, la formación del padre que imponía la fe a rajatabla casi termina alejándola de Dios… “Fui criada en una familia de un militar, soy la cuarta de 8 hijos, mi papá un hombre muy católico, pero nos enseñó la fe de una manera muy fuerte. Él era un hombre muy rígido, era militar y pues el que no rezara recibía un castigo, recibía una fuerte paliza”.
 
Esto provocó que en su temprana juventud Jeanet se alejara de la fe. Se casó proco después, apenas cumplidos los veinte. “Durante los primeros 17 años de casada viví sin Dios, eduqué a mis dos hijas en una vida light; escasamente en un entierro o en un bautizo íbamos a la iglesia”, recuerda y prosigue resumiendo así su proceso de conversión posterior:
 
“… Todo el dolor y la tristeza que me fue causando el ver que yo no era feliz plenamente, que me faltaba algo -sabiendo que lo tenía todo-, me llevó a buscar algo mucho más grande y fuerte. Fue entonces que encontré de nuevo el amor de Dios que estaba en mi corazón. Desde ahí comencé a trabajar por mi conversión, por la sanación de todas mis heridas y las que yo había causado a otras personas, entre ellas a mi hija, a mi esposo”.
 
Un intento de suicidio
 
Se acercaba a cumplir los cuarenta años de vida cuando recibió el llamado telefónico de una suicida que le pedía ayuda. Era una antigua amiga de la universidad. Le contó que había abortado hace algún tiempo y estaba destrozada espiritualmente. Este hecho marcaría el futuro apostolado de Jeanet. “Solo se me ocurrió decirle a ella que por favor se diera una oportunidad, que tomara un vasito con agua, que se durmiera, que le pidiera al Espíritu Santo y a su ángel de la guarda. Cuando ella cuelga tomé a mi bebé, la levanté en mis brazos y oré al Señor diciendo: por esta niña que no te ha ofendido Señor dale una oportunidad a esta persona que te ha ofendido pues está en la oscuridad. Tiempo después ella me confidenció que estuvo dos días durmiendo. El Señor se quedó con ella sanándole su corazón, pues al despertar se fue directo a confesarse encontrando así la paz en la misericordia de Dios”.
 
Buscar a Dios


 
Desde esos primeros pasos, según diversos testimonios disponibles en redes sociales, esta mujer colombiana ha sido una buena samaritana para muchas personas. De hecho, aliada con otros laicos y sacerdotes forjarían una propuesta de sanación, de reconciliación “para sanar desde el vientre materno” el alma, señala en un libro que resume un camino de reencuentro con Dios llamado: “Penitencia por amor”.
 
“Es un paso a paso, lo primero que tiene que hacer la persona es hacer una confesión de vida… No tienes que hacer absolutamente nada extraordinario, solo ir a la iglesia, buscar a Dios, buscar a la Madre de Dios, buscar a la Virgen María porque ella recibió al pie de la cruz un mandato cuando Jesús dijo: ‘Madre he ahí a tu hijo’; y a nosotros nos dijo: ‘He ahí a tu Madre’”, destaca Jeanet. Su apostolado se concentra hoy en la Fundación Creo, desde donde ofertan una gama de servicios para el cuidado de la vida según los valores del Evangelio.
 
 
Entrevista a Jeanet publicada en el canal YouTube de la Arq. de Bogotá




 

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