Confirman veracidad del milagro que sanó a una niña tucumana por mediación de fraile franciscano

17 de junio de 2020

Mamerto Esquiú es el fraile del que informa esta noticia. Venerado y querido por décadas en su tierra natal, Catamarca. Se espera que el Santo Padre, Papa Francisco, lo declare beato.

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Los hechos sucedieron en Tucumán (Argentina) a mediados del año 2016. Fue entonces que los médicos informaron a la madre de una niña tucumana que los daños en tejidos y huesos de su hija -causados por la Osteomielitis-, obligaban a una intervención quirúrgica para reducir el riesgo vital. Extraerían el tejido y también parte del hueso de la pierna que presentaba daños.
 
La niña había nacido con artritis séptica en su cadera izquierda y osteomielitis en el fémur izquierdo. Al paso del tiempo, ningún tratamiento había logrado detener el avance de la enfermedad y los daños al cuerpo de esta “beba”, según informaban a la madre los médicos.
 
Fue en este momento -cuando la ciencia había sido superada-, que la madre entregó su hija en las manos de Dios, suplicando intervención sanadora; y para lograr tal objetivo extraordinario, buscó alianza en el fraile franciscano, padre obispo Mamerto Esquiú, fallecido en 1883.
 
Hace algunos días, el Vicepostulador de la causa de canonización de monseñor Mamerto, hermano Marcelo Méndez, en declaraciones a la prensa argentina recuerda que tras la dramática noticia de que a su hija le cortarían una pierna…
 
 “La madre, desesperada, tomó la iniciativa de pasar sobre la pierna enfermita una estampita con la imagen que previamente había estado en contacto con las reliquias del Venerable Siervo de Dios (Fray Mamerto Esquiú), pidiendo con fe que él intercediera por la curación de su hija y junto a esta oración de invocación de la mamá luego se unieron el resto de sus familiares” (…) “Doce días después, un nuevo control radiográfico mostró sorprendentemente la desaparición de la enfermedad en el hueso el se pensaba que había que extraerlo quirúrgicamente. Y después siguió la desaparición de la sintomatología clínica y la mejoría de los exámenes de laboratorio”. (…) “Esto fue realmente un hecho prodigioso (…) El Señor obra maravillas cuando encuentra fe en las personas”, resume el fraile franciscano.



En efecto, el 24 de abril último la Comisión Teológica de la Congregación de la Causa de los Santos -al tenor de lo informado por un equipo independiente de médicos y profesionales de otras ramas de la ciencia- confirmó el milagro mediado por Fray Mamerto. Luego, este martes 16 de junio de 2020, el Congreso Ordinario de Cardenales, por voto unánime, ratificó como veraz esta intervención extraordinaria de Dios. 
 
Se espera que el Papa Francisco confirme las evidencias declarando la fecha en que será celebrada la beatificación de Fray Mamerto Esquiú, para gloria de Dios y bien de la Iglesia.

 

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