Este martes 23 de junio, la agencia de noticias AsiaNews informa que Monseñor Agustín Cui Tai, de 70 años, obispo de Xuanghua (Hebei. China) ha sido de nuevo secuestrado por la policía del régimen chino. Han sido los fieles de su diócesis quienes hicieron público que el 19 de junio pasado el obispo fue llevado por la policía y trasladado a un lugar desconocido.
Mons. Cui Tai había quedado en libertad en el mes de enero, según con ocasión del Año Nuevo chino y – quizás a causa de la pandemia – pudo permanecer con sus familiares hasta el mes de junio. Cabe destacar que el período de mayo a junio de este año ha sido el período de libertad más prolongado que ha podido vivir el obispo, pues desde el 2007 padece continuas detenciones que se prolongan un tiempo para luego ser liberado. Todo ello vuelve a confirmar el totalitarismo del régimen impuesto por el Partido Comunista Chino, que no da garantías de respeto a los derechos humanos esenciales.
“Es una vergüenza que una persona tan dulce como Mons. Agustín sea tratada de esta forma, además esto va contra la ley china”, se queja una fiel, informa Asia News. Lo cierto es que la prisión -agregan- “se ha convertido en una suerte de rutina, pues al obispo no le permiten celebrar y tampoco ocuparse de su grey. En realidad, este pastor es un cordero que está siendo sacrificado”.
Desde el 2007 en adelante, el obispo muchas veces permaneció recluido en centros de detención secretos, en hoteles o bien fue llevado por la fuerza para hacer “viajes” con la escolta de funcionarios del gobierno. Generalmente es liberado cuando llega el Año Nuevo Chino o para la Fiesta de mediados de otoño (de la luna). Una vez -prosiguen las informaciones- el gobierno le concedió permiso para regresar a su casa y hacer una breve visita a su hermana anciana. Pero el resto del tiempo siempre está bajo la guardia y el control del régimen chino.
Mons. Cui Tai es sacerdote desde 1990. En el 2013 fue designado obispo coadjutor de Xuanhua, cuyo obispo ordinario, Mons. Tomás Zhao Kexun ya cumplió 96 años.
La diócesis de Xuanhua fue fundada por la Santa Sede en 1946, pero en 1980 el gobierno impuso en ese mismo territorio la diócesis oficial de Zhangjiakou, uniendo a ella la de Xuanhua y la de Xiwanzi. Esta decisión no cuenta con el reconocimiento de la Santa Sede.