La "burbuja en el Oratorio" donde 22 jóvenes italianos afrontaron la pandemia en comunidad

01 de abril de 2021

"Esta intuición nació después del primer encierro, cuando estábamos todos solos encerrados en la casa, sumidos en la soledad y la tristeza", comenta Leonardo, gestor de la iniciativa (a la derecha arriba en la imagen).

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Desde que el Coronavirus SARS-CoV-2 causante de la pandemia COVID19 comenzó a expandirse por Europa, Italia ha sido uno de los países con mayor número de infectados y fallecidos. Asimismo, el miedo y el encierro obligado, entre otros factores, han afectado la salud mental y espiritual de las personas.
 
A sus 16 años Leonardo Mancini, un joven italiano de Varese (Italia), cursando tercer año de secundaria, era consciente de cómo la tristeza y el temor amenazaban su bienestar espiritual y el de sus amigos de la Comunidad Pastoral Beato Samuele Marzorati y el Oratorio Luigi Molina Biumo. ¿Qué hacer? Se preguntaba. Y tuvo una idea: si a los futbolistas les permiten estar en una “burbuja” que asegure su bienestar, ¿por qué no podían también ellos tener su propia “burbuja” y afrontar juntos un período de la cuarentena dedicados a orar, estudiar, hacer deporte, viviendo en comunidad en el Oratorio? "Esta intuición nació después del primer encierro, cuando estábamos todos solos encerrados en la casa, sumidos en la soledad y la tristeza", comenta Leonardo en un registro audiovisual de la RAI  (ver video abajo).



 Con esta certeza Leonardo le pidió ayuda al padre Gabrielle Colombo, un sacerdote de 35 años, encargado de la pastoral juvenil de la Comunidad beato Samuele Marzorati. Fue en septiembre del pasado año 2020 cuando iniciaron gestiones para obtener las autorizaciones necesarias.
 
Estaba bien avanzada la Cuaresma de este año 2021 cuando pudo concretarse la “burbuja en el Oratorio” Luigi Molina de Biumo que acogió a 22 jóvenes entre 16 y 18 años -9 chicas y 13 chicos-, acompañados por el padre Gabrielle. Serían tres semanas sin publicar nada en las redes sociales, en un régimen de actividades con horarios acordados para la oración, deporte, el estudio y el tiempo libre disfrutando con los amigos a la antigua usanza, cuando la pandemia no existía.


 
El Oratorio, enclavado en el casco histórico de Varese, contiene un jardín y otros espacios al aire libre para hacer deporte. De la “burbuja” nadie entra, nadie sale. El almuerzo lo prepara una cocinera, con entrada independiente, mientras que la cena la preparan los chicos que lavan los platos y recogen la mesa. No es un internado. Hay reglas que han acordado, como privilegiar el buen dormir, con la luz apagada a las 11 de la noche después de la última oración. Decidieron despertarse temprano, reuniéndose para la misa a las 7.30 de la mañana y luego compartir también el desayuno. Luego, a la escuela. Claro que, usando los ordenadores para la enseñanza a distancia. El almuerzo a la una de la tarde, con tareas comunitarias para mantener la higiene y orden del lugar y también deporte. La música cruza diversos momentos del día hasta la cena, luego de la cual comparten un momento de oración en comunidad.


 
La experiencia finalizó el Domingo de Ramos, pero en el período y después de estas tres semanas la Televisión italiana y otros medios de comunicación europeos han destacado los beneficios de esta iniciativa.
 
 
Fuentes: Corriere Della Sera, Agenzia SIR, Obispado de Varese, RAI

 

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