Un desafío de 90 días para hombres valientes que buscan la verdadera libertad

10 de septiembre de 2021

"¿Qué tipo de hombre quieres ser? Imagina todo lo que puedes lograr si superas aquello que interfiere en tu camino; las distracciones mundanas; la soledad; las inseguridades y dudas".

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Tres meses de duchas frías y sin alcohol, refrescos, postres o deportes televisados. ¿Quién se ofrecería como voluntario para este periplo de austeridad? Decenas de miles de hombres se han apuntado.
 
Es parte de lo que involucra Éxodus 90. Un poderoso ejercicio espiritual de 90 días que demanda un régimen de tres pilares -oración diaria, ascetismo y fraternidad-, para devolver a los hombres a los fundamentos de su fe, despojándolos de las adicciones mundanas y revigorizando su devoción a Cristo en la Adoración Eucarística. Es una propuesta nacida de la oración y la experiencia de un sacerdote.
 
La presentación de la propuesta en la web de Exodus 90 arenga: “¿Qué tipo de hombre quieres ser? Imagina todo lo que puedes lograr si superas aquello que interfiere en tu camino; las distracciones mundanas; la soledad; las inseguridades y dudas”.
 
Para futuros sacerdotes y laicos


 
En 2011, el padre Brian Doerr, de la diócesis de Lafayette, en Indiana, fue nombrado vicerrector de formación humana del Seminario Teológico de Mount St. Mary, en Emmitsburg, Maryland. Durante los dos años siguientes, llegó a conocer bien a los seminaristas que estaban en formación, así como a las personas y las cosas que les importaban, con qué luchaban y qué esperaban del ministerio. Comprendió que muchos de ellos, aunque fervientes y bien intencionados, no eran todo lo libres que podrían ser. Había muletas que utilizaban para superar los momentos difíciles. Algunos tenían adicciones y, como la mayoría de la gente, tendían a perder el tiempo viendo Netflix o navegando por las redes sociales.
 
El sacerdote lanzó un reto de 90 días a cinco seminaristas que estaban en dificultades, presentándoles de nuevo la tradición de la Iglesia Católica primitiva y un énfasis en el ascetismo. El compromiso es de 90 días basándose en lo que la ciencia considera que es el tiempo que tarda el cerebro en desaprender un mal hábito o formar uno nuevo.
 
La experiencia del primer grupo de seminaristas fue tan fructífera que el padre Doerr siguió lanzando los ejercicios espirituales con 10 grupos más durante los tres años siguientes. En 2016, compartió en línea una invitación a participar y la desafiante y profunda reorientación espiritual se hizo pública entre los fieles católicos.
 
Más de 40.000 laicos, sacerdotes y obispos de 65 países se han sometido a este viaje guiado por la oración, la fraternidad y ascesis. Cambiando así el paradigma, hacia la verdadera libertad… de hábitos profundamente personales, distracciones e incluso adicciones que a menudo ni siquiera se daban cuenta que les impedían recibir plenamente las gracias y los dones de Dios.
 
Cambiar el paradigma



El equipo de liderazgo de Exodus Inc. invita a los hombres a considerar el inicio del viaje de cambio de paradigma 90 días antes de la Pascua, un momento en el que los católicos tienden a estar "litúrgicamente preparados" para la reflexión y la penitencia, dice el director de contenidos Nathaniel Bienversie. Pero empezar en otro momento del año también está bien.
 
Al día siguiente de terminar los ejercicios -el tiempo de purificación- comienza el tiempo de formación. Período de tres años, llamado Día 91, en el que las fraternidades siguen apoyándose mutuamente para mantener una vida de oración y ascetismo moderado. "Ese aspecto de la fraternidad es muy importante. Nos estremecemos cuando oímos que alguien ha decidido intentar pasar por ello en solitario", dijo Bienversie al  Catholic News Service. "Eso es orgullo, entonces no es una experiencia tan transformadora".


 
Scott Hansen, de la diócesis de Des Moines, Iowa, ha pasado por Éxodus 90 dos veces. Cuando empezó la segunda vez, se dio cuenta de que no se sentía tan "encendido" respecto a su fe como en el pasado, dice. Durante los momentos de oración, a menudo le preguntaba a Dios dónde se había alejado de su voluntad. La respuesta parecía volver a los momentos de frustración, tanto en el trabajo como en casa. "En esos momentos me costaba responder con caridad y con frecuencia me encontraba hirviendo de ira", confidencia.
 
Una de las reflexiones de Exodus refuta el dicho "Dios no te da más de lo que puedes manejar", y en cambio sugiere que Dios no nos pone en una situación sin proporcionarnos también “la gracia para superarla", dice Hansen y añade: "Me di cuenta de que esto también se relacionaba con mis breves momentos cotidianos de frustración, y que estos momentos eran en realidad oportunidades para la gracia".
 

Para más detalles de Exodus90 ingresa aquí.

 

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