La víctima

Otra víctima silenciada

Crónica de una muerte anunciada. La teoría de la identidad de género, que asesinó a Nancy

03 de octubre de 2013

Estremecedor testimonio de un nuevo ser humano que muere víctima de una teoría que -déspota y dictatorial- se instaura en occidente, afirmando falsamente defender la dignidad del ser humano

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Nació mujer, pero se sentía hombre. La teoría de la identidad de género (contraria en su esencia a la doctrina católica/ pulse para ver), afirmando que todo individuo puede y debe definir o re-definir lo que “es” (hombre o mujer) según le parezca, puso a su disposición las leyes, los profesionales, la operación y todo lo necesario para que desapareciere Nancy (XX) y surgiera Nathan (XY).

Sin embargo la teoría de la identidad de género, los profesionales, médicos, psiquiatras, psicólogos y empresas que lucraron en el proceso fueron abofeteados por la realidad. El re-creado por el hombre Nathan, antes nacida Nancy, en sus palabras… se sentía “un monstruo” al mirar su nuevo cuerpo… y no hubo terapia, teoría, profesional, ley, capaz de resolver el desastre.

Pero nuevamente los mismos defensores del concepto teórico que sustentó el anterior proceso tenían para su re-creado Nathan, nacida Nancy, una solución: Muerte por Eutanasia.
 
La realidad de un trastorno

"Yo era la chica que nadie quería", dijo Nathan Verhelst (nacida como Nancy) al periódico Het Laatste Nieuws las horas previas a su muerte.
 
"Mientras mis hermanos eran consentidos, yo tenía por dormitorio la bodega encima del garaje. «Si sólo hubieras sido un chico», se lamentaba mi madre. Yo me aguantaba, nada más."
 
Verhelst tomó la terapia hormonal en el 2009, seguido por una mastectomía (extirpación de las mamas) y cirugía para construirle un pene, en 2012. Sin embargo, "ninguna de estas operaciones satisfizo mis deseos", señaló al periódico.

"Yo estaba dispuesto a celebrar mi nuevo nacimiento -continuó diciendo-, pero cuando me miré en el espejo, me enfurecí conmigo mismo. Mis nuevos pechos no cumplían mis expectativas y tuve síntomas de rechazo a mi nuevo pene. No quiero ser... un monstruo", sentenció.
 
La descarada defensa de los cómplices de un desastre
 
“La elección de Nathan Verhelst no tiene nada que ver con la fatiga de la vida", dijo el Dr. Wim Distelmans quien facilitó la eutanasia. "Hay otros factores que mostraron que estaba en una situación incurable, un sufrimiento insoportable. Para considerar la eutanasia –agregó- el sufrimiento insoportable puede ser físico y/o psicológico. Este fue un caso que reunió con claridad las condiciones exigidas por la ley”, finalizó el profesional.
 
Según lo informado por el diario The Telegraph, Nathan (nacido Nancy) Verhelst, a los 44 años, recibió en Bélgica el lunes 30 de septiembre por la tarde, la eutanasia legal, muy probablemente por inyección letal.

En Europa su caso ha revivido el debate sobre la eutanasia médica cuyas cifras van en ascenso.
 
Los defensores de la teoría de la identidad de género guardan silencio ante lo ocurrido con Nancy y a miles en el mundo que como ella han sido las víctimas de un orden conceptual fallido en sus resultados… hasta el punto que facilita y permite el suicidio asistido de un ser humano.
 
Al respecto de estas cuestiones, el Cardenal Camilo Ruini en entrevista concedida al diario italiano Il Foglio (28 de junio 2013) señalaba…
 
“En los últimos decenios se abrió camino una posición distinta, según la cual la sexualidad debería reconducirse a nuestras elecciones libres. Como decía Simone de Beauvoir, ‘o se nace mujer, o se llega a serlo’ (…)
"Nos engañamos si pensamos que podemos cancelar nuestra naturaleza con una decisión personal o colectiva" (…)
“Se trata, sin embargo, de una ilusión, aunque esté compartida por muchos: nuestra libertad está, de hecho, radicada en la realidad de nuestro ser y cuando va contra ella se convierte en destructiva, sobre todo de nosotros mismos”.

 

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