Estudio revela debilidades y fortalezas en el ministerio del Exorcismo

03 de noviembre de 2020

Investigación del Instituto Sacerdos, el Grupo de Investigación e Información Sociorreligiosa (GRIS) y la Universidad de Bolonia ofrece una fotografía de la situación en Italia y otros países.

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El Papa Francisco con frecuencia ofrece enseñanza y denuncia la acción de Satanás en el mundo e incluso realiza actos litúrgicos de oración pidiendo el auxilio de Dios en esta singular batalla espiritual. Sin embargo, aún siguen siendo demasiados los sacerdotes y líderes laicos de la Iglesia que toman distancia o hacen omisión sobre esta verdad de fe que afirma la doctrina de la Iglesia. Por otro lado, los excesos de algunos laicos y sacerdotes que se involucran en el ministerio del exorcismo generan daños. Es parte de las conclusiones del reciente “Proyecto de investigación sobre el ministerio de exorcismo en la Iglesia Católica", realizado por el Instituto Sacerdos en colaboración con el GRIS y la Universidad de Bolonia.
 
El estudio que consideró información de Italia, Suiza, España, el Reino Unido e Irlanda del Sur, fue presentado en conferencia online, de acceso restringido, por el sacerdote dominico, exorcista y presidente del Gris (Grupo de Investigación e Información Sociorreligiosa) François Dermine, el pasado 31 de octubre.
 
Los exorcistas italianos -revela el informe- siguen experimentando una sensación de "incomodidad y rechazo a su ministerio" por parte de sus cohermanos (sacerdotes). Mediante un juego de palabras, el padre François Dermine, comentó: "el exorcista encargado por el obispo es un exorcista recargado pues no goza del apoyo de otros miembros del clero". Al fotografiar "el aislamiento y los malentendidos" que giran en torno a este ministerio del que "tratamos de hablar lo menos posible", señaló que "para un creyente la existencia del diablo y su acción son una verdad de fe" y por lo tanto no se puede pretender que los demonios no existan.


 
Giuseppe Ferrari, Secretario Nacional del Gris, valoró esta investigación como “única en el mundo”, pues no suele ser tratada en estudios académicos; y anunció que los investigadores ampliarán el proyecto para documentar la realidad en América y Asia.
 
En Italia hay 283 exorcistas declarados, según los datos presentados durante la Conferencia moderada por el Padre Luis Ramírez, coordinador del Instituto Sacerdos. Los investigadores se pusieron en contacto con las 226 diócesis italianas y lograron obtener respuestas de 197 organismos eclesiásticos, de los cuales 160 confirmaron la presencia de uno o más exorcistas; 37 señalaron no tener ninguno. En cuanto a las otras diócesis, 13 no transmitieron los datos solicitados, 5 se negaron a participar en la investigación y 11 nunca respondieron.
 
El cuestionario completado por los interesados muestra que el 80,2% de las diócesis no tienen a sacerdotes oficiales como responsables de los exorcismos. Pero existe un registro con el número de personas que solicitan la intervención del exorcista y los exorcismos realmente realizados. Sólo el 3,6% de las diócesis italianas tienen personal especializado para apoyar al exorcista y un 2,2% de sacerdotes que no están a cargo del exorcismo ejercen este ministerio ilegalmente (no habiendo sido autorizados por su obispo).
 
Al respecto, Francesca Sbardella, profesora de Historia de las Religiones en el Alma Mater Studiorum de la Universidad de Bolonia, señaló durante la Conferencia que "el seguimiento de los casos realizados en el seno de la institución religiosa es agotador". El proyecto de estudio ha puesto de manifiesto la "fluidez de las diócesis", añadió la académica, que con su personal encontró "en algunos casos la falta de competencia con respecto a los datos y la información requeridos" y en otros "una gran confusión también a nivel terminológico". Luego se refirió a la "falta de colaboración entre el responsable diocesano que debe vigilar y verificar la actividad del exorcista y el exorcista mismo".
 
El padre Dermine se hizo eco de esos comentarios, reiterando el "aislamiento" sufrido por los exorcistas, obligados a enfrentarse a "una marea de casos" por "la falta de preparación de los otros sacerdotes que deben hacer un primer discernimiento". En esta ocasión también advirtió contra las oraciones de la comunidad para la liberación, expresándose de forma "contraria" a este tipo de "reuniones a las que asisten personas que realmente sufren problemas preternaturales. Corren el riesgo de degenerar y se podría ser testigo de una especie de contagio psicológico u ocultista de los participantes".
 

Fuente: Roma Sette

 

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