Inexplicable curación de un niño que atribuyen a la mediación de varios santos

03 de noviembre de 2017

Los padres de Charles remecieron el cielo y Dios respondió.

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Durante una repentina enfermedad que puso en peligro su vida, el niño Charles Kennedy tuvo el privilegio de conocer la ternura de Dios que se conmueve y otorga sus gracias, por la súplica de la Santísima Virgen María y de sus santos.

Efectivamente, la Iglesia enseña la verdad revelada por Jesucristo en los Evangelios: que solo Dios es digno de adoración, de ser amado con predilección y preeminencia… “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Mt 22, 37; cf Lc 10, 27: “...y con todas tus fuerzas”).

Este culto de adoración (latría) que corresponde sólo a Dios, sitúa en su correcta dimensión al culto de veneración que los fieles creyentes pueden y deben dar… de forma preferente a la Santísima Virgen María (veneración como culto de Hiperdulía) mediadora excelsa de las gracias de Dios; como también a los santos y santas de Dios, a los arcángeles y ángeles de Dios (veneración como culto de Dulía)… que claman misericordia ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Al respecto el Derecho Canónico en sus números 1186 a 1190 explicita argumentos y otras prescripciones respecto del culto de Hiperdulía y el de Dulía (pulse para fomarse).

Charles, el testigo
 
La mañana del 09 de agosto de 2013 el niño de 9 años Charles Kennedy (en imagen adjunta con su hermana y hermano), sufrió un accidente cerebrovascular hemorrágico al estallar un vaso sanguíneo en su cerebro. Le llevaron de urgencia al Centro Médico Carolinas en Charlotte (U.S.A.), donde permaneció en estado de coma debido a un daño cerebral que los médicos consideraron permanente. El Catholic News Herald, periódico de la Diócesis de Charlotte, ha reporteado y publicado los impactantes sucesos que ocurrieron en las horas y días posteriores…
 
Margaret, madre del niño, contactó de inmediato con un amigo de la familia: el sacerdote Christopher Roux de la Catedral St. Patrick; quien no tardó en llegar y alcanzó a dar la Unción de los Enfermos a Charles minutos antes de que le practicaran una tomografía computarizada para evaluar el daño cerebrovascular. En su segunda visita, viendo la gravedad del niño, el padre Christopher trajo un relicario con reliquias de los santos pastorcitos de Fátima, Jacinta y Francisco, junto a un pequeño fragmento de la encina sobre la que se les apareció la Santísima Virgen María.

Tesoros que nutren fe y devoción

Mientras familiares y amigos comenzaban una espontánea oración a Dios, el sacerdote posó el relicario sobre la mano del niño que yacía inmóvil. Horas después la presión en el cerebro de Charles aumentó y los médicos realizaron una cirugía de drenaje; pero no hubo mejoría. Fue entonces que el sacerdote casi intuitivamente, indicó a los padres orar y poner las reliquias sobre la cabeza del niño. No mucho después descendió la presión intracraneal según confirmarían los médicos al realizar una resonancia magnética.

Pero esa misma noche Charles desarrolló neumonía. Desesperados los padres continuaron orando y pusieron las reliquias sobre el pecho del niño. Horas después, tras evaluarlo a las 02.00 AM, los médicos se sorprendieron por la mejoría del pequeño y decidieron tomarle radiografías. La neumonía había desaparecido.

"Siempre hemos tenido una gran devoción", dice la madre de Charles recordando además que clamó “también a la Virgen María y al Beato Pier Giorgio en voz alta, pidiendo que intercedieran ante Dios para que salvara la vida de Charles”. Además -señala-  otro sacerdote amigo había traído una reliquia del Beato Pier Giogio, que se sumó al relicario ya mencionado.

Un ejército de santos intervino

Nuevos mediadores ante Dios serían convocados… Así, las Misioneras de la Caridad en Charlotte llevaron una reliquia de su fundadora -Madre Teresa- y oraron a Dios, unidas a ella, por la curación del pequeño. Lo mismo hizo la religiosa Dominica Mary Cecilia, tía del niño, quien viajó desde su  convento en Nashville, Tennessee, llevando una reliquia de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Luego una prima del pequeño que vive en los Países Bajos, gestionó que las Carmelitas locales del Divino Corazón de Jesús enviaran una reliquia de su fundadora Beata María Teresa de San José, fallecida en 1938. Además en la Capilla de las Apariciones en Cova da Iria, Fátima, se elevaron oraciones ante la tumba del santo pastorcito Francisco y una pequeña figura que representa a San Juan Vianney fue colocada cerca de Charles….

"Les rogábamos a todos los santos que lo ayudaran”, dice la madre del niño recordando como el padre Roux les insistía en que orasen a la Santísima Virgen María y al pastorcito de Fátima, “porque él sabe de la enfermedad”...

Charles estuvo en coma durante tres semanas, sometido a una cirugía y sostenido por ventilación mecánica… la ciencia era insuficiente para sanarlo. Pero el coro de oraciones y peticiones de mediación a los santos trajo buenas nuevas.  Cuando los médicos finalmente pudieron reducir su medicación y sacarlo del coma, Charles dijo a su madre: “Francisco (el pastor de Fátima), me ha estado haciendo compañía".

"Todos los días oramos con las reliquias", recuerda su madre. “Todo fue increíblemente milagroso. Charles fue sanando tan rápido. ¡No podíamos creerlo!”

Los besos de Nuestro Señor Jesús

Además de una cicatriz en la cabeza, Charles tiene una leve parálisis en la pierna izquierda que le obliga a usar un corsé. No puede participar en algunas de las actividades atléticas que una vez disfrutó, pero gusta del béisbol y es capaz de servir en el altar, tocar el violín y el chelo. El año pasado, la familia Kennedy hizo una peregrinación de acción de gracias a Fátima para agradecer a la Santísima Virgen María y a los Santos Jacinta y Francisco por su intercesión en la curación milagrosa.

Hoy, con 14 años de edad Charles testimonia: "Todas estas cosas son pequeños besos de Nuestro Señor. Estas son pequeñas señales de que el Señor está diciendo: «Yo estoy contigo»... Estoy agradecido a los sacerdotes y hermanas que me llevaron tantas reliquias al hospital…Sé que ellos (beatos y santos) estuvieron conmigo y oraron por mí".

 

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