Derechos o abuso

¿La adopción de niños, usada para legitimar el modo de vida gay, argumentando igualdad y equidad?

13 de junio de 2014

Reportaje que contiene investigaciones efectivamente válidas, testimonio de las propias personas que han sido criadas por parejas homosexuales, la opinión de líderes homosexuales disidentes del ´lobby gay´, la legislación internacional y otros, cuyos argumentos indican un mismo juicio de razón: Los derechos del niño demandan que las leyes protejan que este sea criado por un padre y una madre.

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Hoy en todo el mundo los homosexuales y las lesbianas, pueden biológicamente engendrar hijos. Es un hecho natural y ninguna ley puede negar que existe tal realidad. Tampoco es necesaria una ley específica, que proteja de forma particular al homosexual o a la lesbiana respecto de sus deberes y derechos como progenitor, cuando las leyes ya se los confieren (al igual que a un heterosexual) por el sólo hecho de ser progenitor… Siempre y cuando no existan hechos que probadamente indiquen su incompetencia (los derechos del hijo también cuentan o deberían ser considerados). Recordemos también que hoy -utilizando la fecundación in vitro o el vientre de alquiler- la lesbiana o el homosexual pueden acceder a una ‘modernísima’ maternidad y paternidad. Son decenas también los portales GLBT donde se les enseña a lesbianas la técnica casera para –mediante un ‘amigo’ donante y sin unión coital- quedar embarazada.
 
Asimismo es una realidad que allí donde la legislación permite la adopción a personas solteras sin señalar prohibición por conducta u orientación sexual probada, un homosexual o una lesbiana pueden ser candidatos a la adopción.
 
Pero los líderes de homosexuales y lesbianas buscan hoy en muchos países una tercera vía de privilegio particular: una ley que permita a parejas del mismo sexo el derecho a la adopción.
 
¿Se busca con ello asegurar los derechos del niño-hijo o profundizar los privilegios de minorías sociales? ¿Los niños son usados para legitimar el modo de vida gay argumentando igualdad y equidad?
 
En fidelidad a los ‘principios jurídicos fundamentales’ la Convención de los Derechos del Niño señala que «Los Estados Partes que reconocen o permiten el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la consideración primordial»; mientras que la Declaración de los Derechos del Niño dice que «el interés del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación».
 
La legislación entonces no podría obviar que –también por su indefensión- debe proteger primero, los derechos fundamentales del sujeto de la adopción y/o gestación: el niño-a.
 
Sobre este particular no son sólo los estudios estadísticos serios, líderes de todos los credos religiosos monoteístas y profesionales hablando desde sus disciplinas, hijas e hijos criados por parejas de homosexuales o lesbianas, sino incluso algunos líderes homosexuales europeos como el ateo Xavier Bongibault de ´Plus gays sans marriage´, quienes afirman que es de razón y bien común defender –legalmente también- como benéfico para un ser humano el ser gestado y criado en la unidad natural conocida como familia: padre y madre…
 
La verdad de los estudios
 
Todos los estudios que citan quienes argumentan que el comportamiento sexual (homosexual, lésbico, heterosexual) de los padres (adoptivos o procreadores) no es un factor determinante para lo que ocurra con sus hijos adoptivos o procreados… poseen importantes errores que permiten cuestionar la veracidad de sus conclusiones.
 
Lo concluyen los investigadores Jokin de Irala, doctor en medicina y salud pública junto a la experta en medicina preventiva, doctora Cristina López del Burgo, luego de investigar (pulse para ver en PDF) los principales estudios pro familia gay, identificando sus errores...
 
Siempre buscando privilegiar y validar a la comunidad gay, los errores corresponden por ejemplo a que el perfil social, económico, educacional y otros no era el mismo entre el grupo de padres gay y el grupo de padres heterosexuales analizado. Otros llegaron a conclusiones apresuradas porque el número de casos estudiados era ínfimo. Otros analizaron sólo a madres que habiendo procreado a sus hijos, en una etapa de sus vidas comenzaron a manifestar un comportamiento lésbico y sin más extrapolaron los resultados a toda la comunidad gay y lésbica. Un sinfín de errores metodológicos y de análisis que han permitido afirmar como verdad lo que es errado…
 
No hay ningún estudio, satisfactoriamente realizado desde el punto de vista metodológico, que avale la inocuidad o la indiferencia de la adopción de niños por parejas del mismo sexo. Por el contrario, existen estudios aceptablemente diseñados que indican que los niños criados por parejas del mismo sexo presentan peores valores en diferentes indicadores de salud o sociabilidad. Asimismo, la evidencia científica también cuestiona la idoneidad de las parejas del mismo sexo para adoptar niños, debido a factores como problemas de salud mental, inestabilidad de la pareja y estilos de vida más arriesgados. No parece prudente modificar las leyes sobre las adopciones de niños sin tener en cuenta todas estas evidencias”, señalan en el mismo documento de referencia citado los investigadores Irala y López del Burgo.
 
No son la nueva mayoría. El lobby gay infla cifras

Uno de los argumentos esgrimido por los lideres gay en diversos países, para movilizar la adhesión de los parlamentarios a las leyes que demandan –como el derecho a la adopción para parejas del mismo sexo-, es sugerir que el voto gay es incidente.
 
Para ello, la publicidad de ese lobby asegura que sobre el 10% de la población es homosexual o lésbica. Sin embargo no existen estudios estadísticos de autoría independiente y con una muestra significativa que avalen esa afirmación. Incluso Bruce Voeller, conocido activista gay ya reconoció en su libro Some Uses and Abuses of the Kinsey Scale que “el concepto del 10% ha sido un mito para promover la agenda gay”.
 
Pero a pesar del descrédito, en Iberoamérica la publicidad reiterada del ‘lobby gay’ continúa promoviendo ese discurso del “10% o más” e incluso maquillando la verdad que estudios, como el realizado por un organismo estatal chileno, el Instituto Nacional de la Juventud, señalan: que sólo el 2,2% de los jóvenes entre 15 y 29 años encuestados se declara homosexual. Más mínimo aún es el porcentaje de quienes declararon haber tenido sexo homosexual… sólo un 1,9%.  El referido estudio se encuentra incluso alojado también en el portal de internet de un conocido organismo pro gay chileno: el Movimiento de liberación homosexual (pulse para ver). Pero el estudio chileno es aún generoso en las cifras si se considera que la muestra incorporó una población de jóvenes aún en edad de conformación de su identidad afectivo-sexual.

Más cercano a la realidad, son los datos del organismo estatal Estadísticas de Canadá… Con una muestra de 84.000 personas de 18 a 59 años, mediante entrevistas personales y por teléfono la encuesta Canadian Community Health Survey identificó que Sólo el 1,3% de los hombres y el 0,7% de las mujeres de Canadá se declaran homosexuales (vea la encuesta y el apartado First information on sexual orientation).

Líderes políticos homosexuales denuncian al lobby gay

"El derecho de los niños prevalece sobre el derecho a los hijos" era el eslogan de manifestantes como Jean-Marc Veyron, alcalde francés de Chasselas en Maconnais, que también es homosexual, cuando firmó a finales de 2012, junto con alrededor de otros 15.000 alcaldes, su rechazo a una ley que valide la adopción para parejas del mismo sexo, según publicó el portal Forum Libertas, mostrando una realidad de disenso que permanece oculta por discriminada; la cual pone rostro a la verdad que también señala el estudio más serio y creíble hasta ahora realizado sobre la materia: “Daños y déficit en niños criados por parejas del mismo sexo”.

También Nathalie de Williencourt portavoz de Homovox, una de las mayores asociaciones gays de Francia declaraba hace algunos meses a la revista italiana Tempi un argumento que muchos legisladores olvidan: "La pareja homosexual es diferente a la heterosexual por un simple detalle: no podemos dar origen a la vida”. “Creemos –continuó de Williencourt- que los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, biológicos, que se amen. Si las parejas homosexuales adoptan niños que ya están privados de sus padres biológicos, entonces (los niños) estarían sin un padre y sin una madre por segunda vez".

Igual de categórico ha sido Xavier Bongibault, ateo y líder del grupo ´Plus gays sans marriage´ al recordar el estudio (ya citado en este reportaje) “que demuestra de forma muy clara que un niño tiene problemas cuando es criado por padres homosexuales", dijo a Le Figaró y replicado por diversos medios como ABC de España.

Pero indesmentible es lo afirmado por Jean-Dominique Bunel, especialista en derecho humanitario de 66 años de edad, quien confidenció a Le Figaro que fue "criado por dos mujeres" y que padeció "la falta de un padre, de una presencia diaria, de una personalidad y de un ejemplo adecuadamente masculino, de algún contrapeso para la relación entre mi madre y su amante". "Fui consciente de esto desde muy temprano. Viví esa ausencia de un padre, la experimenté, como una amputación", dijo rotundo, coincidiendo en la experiencia con Robert Oscar López, profesor de inglés en la Universidad Estatal de California, cuyo testimonio Portaluz publicó bajo el título "Yo soy hijo de madres lesbianas. Este fue mi drama".

  

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