Sociólogo Fernando Vidal: "El ser humano comenzó con la implicación del padre"

20 de julio de 2018

"Aunque uno tenga solamente una madre, de una forma ausente, uno siempre tiene un padre soñado, un padre de referencia."

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Profesor de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pontificia Comillas, director del Instituto Universitario de la Familia, presidente de RAIS Fundación y miembro de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX), Fernando Vidal (Vigo, 1967) habla en esta entrevista publicada en el portal de la Diócesis de Málaga (España) sobre los contenidos de su libro “La revolución del padre”…

 
Dice usted que el padre implicado en la crianza de sus hijos marcó un antes y un después en la evolución de nuestra especie.
El ser humano comienza cuando el triángulo que hay alrededor de él, formado por padre y madre, se hace cualitativamente más complejo. Y eso lleva a que el cerebro tenga que desarrollarse mucho más. Los últimos estudios sobre paleoantropología están demostrando que el crecimiento del cerebro se debió a una hipersociabilización. Y en eso, el padre fue tremendamente importante porque, por primera vez entre los mamíferos, el padre asume una implicación cualitativamente distinta en la vida del hijo.
 
El papel del padre ha ido diluyéndose y muchas mujeres deciden tener hijos solas. ¿Sirve para algo un padre?
Aunque uno tenga solamente una madre, de una forma ausente, uno siempre tiene un padre soñado, un padre de referencia. Uno siempre dialoga con ese padre que no tuvo, ese padre que falleció o ese padre del que se carece. Es un triángulo que está en nuestra psicología más íntima. La discusión posmoderna entiende al padre como una mala madre, un hombre que no puede ser madre, un segundo progenitor o una segunda figura de referencia. Lo que nosotros proponemos es que el padre tiene una singularidad muy interesante y cuando la minamos estamos empobreciendo la diversidad humana.
 
¿Y qué es lo específico del ser padre?
El hijo siempre es interior a la madre. Siempre hay una relación de comunión. El padre se relaciona con el hijo porque se vincula a él, no de una forma biológica, sino desde fuera y desde allí lo llama. Yo diría que lo específico del padre es esa llamada continua al hijo para que salga, para que establezca una relación de salida con la sociedad. El padre impulsa al hijo a la aventura, a la exploración, a ir más allá del límite, de las fronteras, que es lo específico de la condición humana. La madre también puede hacer esta función de sacar el hijo, de impulsarlo hacia afuera, pero el que siempre lo hace es el padre.
 
¿Cómo es el padre de hoy?
Los padres queremos implicarnos más, ser más tiernos, más comunicativos, dedicarnos a la crianza directa de nuestros hijos, pero por otra parte hay una gran tendencia a la deserción paterna y por eso nosotros en el libro proponemos esa revolución para comprometernos con los hijos.

 

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