Tres mujeres, aguerridas, alegres, misioneras, llevan el amor de Cristo a los más pobres

27 de abril de 2018

"Es un gran regalo de Dios poder estar aquí, mi servicio es eso, no es un trabajo, es un regalo"

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En Balombo (diócesis de Benguela, Angola), una zona de pobreza extrema, donde la esperanza de vida es de 38 años y muchos niños no llegan a cumplir los 5, tres mujeres, aguerridas, alegres, misioneras, Hijas de la Caridad, sirven intentando erradicar las principales causas de la mortalidad infantil: malaria, malnutrición, diarreas, falta de protección, de educación, etcétera.

Les mueve la fe, el amor por Cristo, quien las llama a servirlo en los más pobres. Y su trabajo arroja frutos: la mortalidad infantil entre los menores de dos años ha bajado a más de la mitad en el hospital donde prestan servicio. Junto a este centro sanitario, las religiosas atienden un “Centro de Nutrición” donde cuidan la alimentación de los niños que están superando la fase más grave de desnutrición. Las misioneras se ocupan también de la educación, otra de las pobrezas de esta región. En el Hogar Virgen Milagrosa reciben además a niñas de 6 a 20 años que llegan desde pequeñas de las aldeas pobres para poder estudiar.
 
Las tres Hijas de la Caridad que están en Balombo son Mª Begoña Couto Gálvez, nacida en Aranjuez (Getafe); Emiliana (sor Emi) Morales del Viso, de Toledo y Mª del Mar Corrales Bermejo, de Ávila. Por cierto, todas españolas.
 
Desde el Hospital de Balombo, Mª Begoña constata una triste realidad: que un niño desnutrido “no da guerra”, por eso puede estar en un rincón de la casa hasta que su familia lo lleva al hospital, que es cuando ya está muy mal. El desafío de las misioneras es transformar esta realidad. Ante un recién nacido, Mª Begoña dice “es un gran regalo de Dios poder estar aquí, mi servicio es eso, no es un trabajo, es un regalo”
 
Sor Emi es la responsable del Hogar Virgen Milagrosa. Una imagen de la Virgen en el centro del patio recuerda que “Ella es la que dirige nuestra vida diaria y cuida de nosotras”. Allí las niñas reciben una educación integral. Muchas no han dormido nunca en una cama ni han visto el agua salir por un grifo. Algunas de estas niñas, atraídas por el ejemplo de las religiosas, quieren ser también Hijas de la Caridad, como Emilia y Gracinda, dos niñas pobres que desean ahora “entregarse a los pobres”.
 
Mª del Mar se encarga de la escuela primaria y secundaria (620 niños). Las Hermanas cuidan el nivel de formación de los profesores y de los niños. En el colegio, dan el desayuno a los niños y esta es una de las razones por las que no hay absentismo. Cuando en España, durante el Domund, los niños iban a recoger donativos para que llegaran a otros niños, Mª del Mar no imaginaba que iba a llegar a la misión a ayudarles. Hoy permanece en Balombo porque su vocación es misionera: “quiero llevar el Evangelio a los otros pueblos, y el Evangelio desde la palabra y desde la obra”
 
Con el apoyo de las Obras Misionales Pontificias y para promover sus programas de ayuda, el programa televisivo “Misioneros por el Mundo” realizado desde España por ‘TreceTV directo presenta este domingo 29 de abril a las 13:00 PM el testimonio de estas tres Hijas de la Caridad. Puede verse online desde ese momento accediendo desde aquí.
 
Mientras, si quieres ofrecer ayuda, puedes comunicarte con las hermanas a través de su Twitter.
 
 
Fuente: Obras Misionales Pontificias

 

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